Marcus Smart, el corazón de los Boston Celtics

En lo que va de serie entre Toronto Raptors y Boston Celtics, tan solo Jayson Tatum lleva más puntos que Marcus Smart. Posiblemente no hay jugador que mejor exprese el momento que vive el equipo de Brad Stevens que Marcus, que promedia veinte puntos en los últimos dos partidos. Smart es feliz robando una pelota, el trabajo sucio es su cometido, y mientras otros se conmueven con un gesto técnico, él se deleita volando en la horizontalidad tratando de salvar una posesión.

Sin embargo, en estos Celtics que lo mismo controlan a un jugador dominante como Embiid, que son capaces de frenar el juego coral de los Raptors o que elaboran jugadas cargadas de extrapass que acaban en canasta, Smart se ha destapado como un triplista sólido. Y decisivo.

Marcus Smart ha mostrado su mejor versión ante los Raptors

La remontada de los de Boston en el Game 2 la lideró él con cinco triples consecutivos en el tramo más caliente del encuentro. También anotó otros cinco en el primer duelo. Los Celtics confían en Smart y a él no le preocupa haber fallado anteriormente. Como dijo en la entrevista después del partido, solo necesita meter una para entrar rápidamente en calor. 

Su evolución en ataque es la huella de estos Celtics. Ha adquirido tal confianza que transmite un dominio de la situación incluso cuando no está jugando su mejor partido. “La forma en la que lidera al equipo (…) solo tienes que seguirle. Es simplemente especial. No hay nadie como él, su intensidad es incomparable”, explicó Kemba Walker.

Para entender la forma de jugar de Marcus tienes que conocer sus circunstancias. Sacada de contexto, la infancia y adolescencia de Smart puede parecer el delirio de un joven perdido; sin embargo, al ordenar el puzzle forma un relato sin igual. La vida en un barrio marginal, los problemas con las drogas de su hermano Todd o, más adelante, la muerte de su madre, influyen en su forma de ser dentro de la pista. Su historia se escribe día a día, de tal modo que cada una de las adversidades que se le van presentando alimentan la crónica de superación. 

A nivel colectivo, de alguna manera, el futuro de los Celtics ha cogido forma en estos playoffs. Tatum y Brown se han alzado como principales estrellas, Kemba juega el papel de veterano que lleva el timón, la voz de la experiencia, y Marcus Smart es el corazón de los de Boston. Más que un equipo, los Celtics son un presentimiento. Una visión que se dirige, antes o después, hacia lo más alto de la liga.