Enrique JULIÁN GÓMEZ – Con sus cuatro victorias de etapa en el pasado Tour de Francia, Marcel Kittel se aupó a la élite de los mejores sprinters del mundo. Este año, en el Giro d'Italia, todavía en Irlanda, el alemán es sin lugar a dudas el velocista más fuerte de los presentes en la Corsa Rosa, y en la primera etapa en línea con final en Belfast lo ha demostrado con una inapelable victoria.
El día se presentó con la clásica y tópica estampa de las Islas Británicas. Esto es, con un cielo plomizo y una lluvia constante, que puso en su habitual contexto las preciosas imágenes de la poco acogedora costa de Irlanda del Norte. Como en la jornada inicial de ayer con la contrarreloj por equipos en Belfast, el agua no fue un impedimento para que el público volviera a llenar las carreteras para ver a los ciclistas, en una región completamente engalanada de rosa en honor al Giro, que ha encontrado un excelente recibimiento entre la población local.
Entre chubasqueros, caras marcadas por el frío, numerosas averías mecánicas y alguna que otra caída sin mayor importancia pasó el día. No se peleó mucho la fuga, que se formó en los primeros kilómetros con Jeffry Romero, Sander Armée, Andrea Fedi y el neerlandés Maarten Tjallingii, un buen rodador del equipo Belkin que fue el más activo, el último en ser neutralizado a poco más de tres kilómetros de la meta y se llevó el premio de la maglia azzurra al mejor escalador, tras pasar en cabeza las dos mínimas dificultades del día.
La llegada masiva, como estaba previsto, era un hecho. Una vez superada la última y peligrosa curva a menos de medio kilómetro para la meta, Marcel Kittel puso el turbo para adelantar a sus rivales y ganar con una facilidad pasmosa, dejando de rueda al francés de origen argelino Nacer Bouhanni, que será su gran rival en los sprints. Por detrás, la legión italiana con Giacomo Nizzolo, Elia Viviani, Roberto Ferrari y Manuel Belletti. El rubio de incontestable origen germánico y planta de conquistador consigue completar el 'triplete' de victorias en las tres grandes vueltas con su primer triunfo en el Giro, que se une a las ya mencionadas cuatro en el último Tour y otra en la Vuelta 2011.
La maglia rosa del líder de la carrera cambia de manos, pero continúa en el equipo Orica GreenEdge. Svein Tuft ya recibió ayer su inmejorable regalo de cumpleaños y mañana será el veloz australiano Michael Matthews, octavo en Belfast, quien vista el color más representativo del Giro, merced a un pequeño corte de tres segundos en el pelotón.
Mañana, 3ª etapa del Giro y última en la isla de Irlanda antes del traslado al sur de Italia. Desde la coqueta y pequeña ciudad de Armagh se supera la frontera y se entra en el país de Irlanda propiamente dicho, camino de la capital, Dublín. Un nuevo sprint en un final insidioso a causa de las numerosas curvas que que se superan en los últimos metros.
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