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Maestría verdiblanca

Se puede tener talento para triunfar, se puede tener habilidad
para alcanzar el éxito, pero sólo vale la maestría para convertir una absoluta
pesadilla en un idílico cuento de hadas. El Real Betis Féminas comenzó la
temporada de la peor manera posible, encadenando derrotas y sin ser capaz de
encontrar la fórmula del buen juego. Sin embargo, gracias a la maestría con la
que afrontó la situación pudo capear el temporal y, en lugar de hundirse, logró
cambiar el rumbo de una temporada que se tornaba muy oscura para el conjunto
verdiblanco.

Tal ha sido la evolución del equipo que dirige María Pry en estos
meses que cuesta creer que el conjunto que vemos a día de hoy sea el mismo que
empezó la temporada allá por el mes de septiembre del pasado año. Sin duda, un
comienzo de curso para olvidar con un terrible balance de siete derrotas y
cuatro victorias que únicamente le permitieron sumar un total de 12 puntos en
once jornadas. Quizás costó adaptarse a las nuevas incorporaciones, quizás la
pretemporada se quedó corta, quizás las rivales supieron cómo hacerles daño…

Quizás simplemente fue una suma de todos estos factores, pero lo
que queda de aquello es un simple y para nada nostálgico recuerdo. Sin duda
alguna, el varapalo en la jornada once – perdieron por 6 a 1 ante el Barcelona
– marcó un antes y un después en la vida de las verdiblancas. El orgullo herido
de las pupilas de María Pry pudo más que el desaliento fruto de la mala racha
que estaban atravesando y lograron revertir una situación que se estaba
convirtiendo en insostenible.

Las grandes incorporaciones comenzaron a encontrar su sitio, los
goles empezaron a llegar y la ilusión volvió a colmar el espíritu de las
verdiblancas. Así pues, a los goles de Bea Parra y Paula Moreno se empezaron a
sumar los tantos de Priscila, una jugadora que llegaba del Atlético de Madrid
con mucha hambre de gol. Tanto es así que, tras 19 jornadas, la sevillana
acumula un total de nueve dianas para convertirse en la máxima goleadora del
conjunto andaluz.

Clave, sin lugar a dudas, ha sido la incorporación de Rocío Gálvez.
La defensa, también procedente de las filas del Atlético de Madrid, se ha
convertido en un auténtico revulsivo para el conjunto verdiblanco tanto en la
línea defensiva como en el ataque. Para delicia de la afición bética, Gálvez
llegó al equipo de sus amores con energías renovadas después de meses de baja
por culpa de una lesión en su rodilla derecha y, literalmente, se desató.
Desató su versión goleadora y se lanzó al ataque, siendo decisiva con sus tantos
en más de un encuentro.

Un motor, el de este Betis Féminas, que empieza a carburar, que
empieza a funcionar al más alto nivel y que empieza a mostrar la maestría que
hay en sus filas. Una maestría que le ha llevado a conectar ocho jornadas sin
perder (con seis victorias y dos empates), una racha sólo superada por el
líder, el FC. Barcelona, que suma ocho triunfos y un empate en las últimas
nueve jornadas. Y es que, con estos resultados, las béticas se asientan en una
cómoda sexta plaza en la Liga Iberdrola y pueden presumir de estar atravesando
la mejor racha de su historia. Porque la maestría ni se crea ni se destruye,
simplemente se tiene. Y, sin duda, este Betis la tiene.

Periodista deportivo. También estudié Comunicación Audiovisual. Actualmente colaboro en @SpheraSports. Antes estuve en @ColpisaDeportes, Grada360 y @EFEdeportes.

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