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Fútbol femenino

Lucía Rodríguez, pasos hacia la cima

Son días intensos en los despachos de los equipos de la Primera Iberdrola. El 30 de junio se acabaron muchos contratos (en el fútbol femenino español sigue la tendencia de firmar solo por una temporada) y son numerosas las jugadoras que por una razón u otra han tenido que hacer las maletas. Una de ellas es Lucía Rodríguez (1999, Madrid), que tras dos años en la Real Sociedad ha decidido volver a casa.

Una casa transformada desde los cimientos hasta el tejado. Lucía se formó en las categorías inferiores del Madrid CFF, pero con 17 años puso rumbo al CD Tacón, donde permaneció dos temporadas en las que no se pudo lograr el ansiado ascenso a Primera División, perdiendo la final del play-off en la segunda de ellas ante el EDF Logroño. Con ganas de seguir creciendo, Lucía siempre ha sabido marcar bien los pasos a seguir. Ya en su momento rechazó ofertas de Atlético y Rayo Vallecano para priorizar los estudios. Tras dejar el CD Tacón volvió a un Madrid CFF que ya militaba en Primera y vivió en sus carnes lo que era luchar por salvar la categoría.

Un curso después y ya con 20 años de edad, la prometedora futbolista madrileña (campeona de Europa sub-19 y subcampeona del mundo sub-20) aterrizó en Donosti, saliendo por primera vez de su tierra y alejándose de su familia. Lo que más le chocó fue, sin duda, la profesionalidad de un club como la Real Sociedad. “Para mí era todo muy novedoso. Las que estaban aquí se reían, pero yo me quedaba boquiabierta con todo. La ropa, comer en las instalaciones, entrenar en campo natural y por las mañanas… Yo en el Madrid CFF era profesional, pero quizás no vivía como tal. Fue en la Real donde di ese salto”, cuenta Lucía a Sphera Sports.

Son ahora días de despedida, y la zaguera hace un balance muy positivo, sobre todo en cuanto a crecimiento y madurez. “La Real me ha aportado muchísimo. He crecido mucho como jugadora y como persona. Salí de casa y vine aquí sola. Yo venía del Madrid CFF, de pelear por el descenso. Y la Real es un equipo que tiene mucho más el balón, que ataca más y tiene jugadoras que favorecen tener la posesión”. En su escalera progresiva hacia lo máximo, el siguiente peldaño tenía pinta de club grande, pero Lucía nunca vio a la Real como un paso intermedio. “Nunca me lo planteé así porque al final yo iba a una Real Sociedad campeona de Copa y venía de pasarlo muy mal, de casi descender. Para mí la Real era lo más top que podía alcanzar en ese momento. Lo consideré un gran paso”.

La mejor Real de la historia

El cuadro txuri-urdin, con Natalia Arroyo en el banquillo, se ha consolidado esta campaña como uno de los equipos más atractivos del campeonato, llegando a pelear seriamente por estar en la próxima edición de la UWCL, un objetivo que si bien no se llegó a verbalizar del todo en la plantilla, la sensación de que se podía conseguir venía de muy lejos. “Nunca se dijo en el vestuario en plan ‘tenemos este objetivo’ Todas éramos conscientes de que lo podíamos conseguir, que teníamos equipo para ello, incluso en pretemporada”, señala Lucía, inconformista por naturaleza. “Hemos conseguido alargar la lucha lo máximo posible, pero se nos queda un sabor agridulce. Si me preguntas por una nota no te pondría un sobresaliente o un notable alto, porque teníamos la sensación de que nos podíamos haber enganchado ahí de verdad”. ¿Una espinita que se la haya quedado en este tiempo en San Sebastián? “Ojalá pudiera haber conseguido más cosas. Títulos, haber llegado más lejos en Copa de la Reina… Pero personalmente estoy muy contenta por estos dos años. He crecido mucho, he dado todo lo posible y lo que se esperaba un poco de mí”, señala.

Campeonas de Copa en 2019, quintas esta temporada… La Real se había instalado entre los grandes equipos de la Primera Iberdrola. ¿Es este equipo el mejor que ha tenido en su historia? “Para mí sí, en cuanto a plantilla sin duda. Es cierto que la gente que lleva muchos años en el club nos ha comentado eso. Por eso creo que podíamos haber dado un paso más”, remarca Lucía, que entiende como aquel trofeo conquistado en Granada como un punto de inflexión. “La Real lleva tiempo apostando por la sección femenina, y conseguir esa Copa fue el impulso para pensar ‘Podemos y debemos estar arriba’.

Quizá por eso la afición realista vive en una incertidumbre tras confirmarse que hasta nueve jugadoras no han aceptado la renovación, entre ellas emblemas como Nahikari García, Mariasun Quiñones, Itxaso Uriarte o Leire Baños. ¿Qué camino se va a tomar ahora? “Imagino que es un cambio de ciclo. Toda esa gente que ganó la Copa de la Reina y que no va a continuar… Son tiempos para que llegue gente nueva, se restructure el club, den paso a jugadoras del B… La Real desde hace tres años está apostando mucho. Estoy segura de que seguirá ese camino, hacer una sección fuerte para afianzarse en los puestos de arriba. Estoy convencida de que va a hacer buen equipo y que volverán a pelear por cosas importantes y dando guerra”, afirma.

Un sueño hecho realidad

Lucía fue una de aquellas jugadoras que no aceptó la renovación, y la razón era de peso: había recibido una llamada para volver a casa, un CD Tacón que se había convertido en el mismísimo Real Madrid. “Eso fue lo que más me decantó. Es el mejor club que hay en el mundo y con la sección femenina han demostrado que apuestan realmente para llevar solo un año en Primera. Va a ser uno de los equipos más grandes de España si no lo es ya. Para mí era importante esa oferta”, explica la lateral.

Además, volver a la capital, con su familia, también ayuda. ”Para mí había muchos factores externos que me encaminaban a tomar esa decisión, pero quise pensar mucho en frío, evadirme de todo eso y tomar la decisión deportiva que creía que era lo mejor”. En el Real Madrid se encontrará además con un grupo importante de jugadoras con las que ha coincidido en la Selección, todas ellas clave en la consecución del subcampeonato liguero. “Yo creo que está haciendo un proyecto muy interesante para nosotras, como jugadoras que queremos mejorar y llegar a lo máximo. Llamar a gente joven con experiencia en Primera Iberdrola da un salto de calidad”.

Una de esas jugadoras es Marta Cardona, con quien coincidió en la Real Sociedad y que ha elevado su nivel hasta convertirse en una de las estrellas de la Primera Iberdrola. “Para mí lo es. Es muy diferencial este año, pero la temporada que estuvo conmigo en la Real para mí ya empezó a dar pasos que le hacían ser diferencial respecto al resto del equipo. En cuanto a cuidarse, trabajar, a de verdad querer llegar a lo más alto. Eso le hizo sobresalir, empezar a ir a la Selección y tener la llamada del Real Madrid. Yo ya veía el pelotazo que iba a pegar (risas)”.

Y la apuesta por las jugadoras nacionales continúa en la casa blanca. Suenan con fuerza llegadas como la de Rocío Gálvez, Esther González o ‘Pichi’, y ya se han hecho oficiales los fichajes de Claudia Zornoza y nada menos que Nahikari García, probablemente el bombazo de este mercado. “No soy muy objetiva con Nahikari (risas). Aunque esta temporada no ha marcado tantos goles, para mí ha seguido siendo la mejor del equipo. Por lo que te genera en el campo es una jugadora vital. El equipo lo notaba cuando no estaba por las lesiones, que le han perjudicado mucho”, explica Lucía, que sonreía al ser preguntada por poder jugar con ella en el Madrid, algo que ahora sí es un hecho. “Bueno (risas). Ojalá. Si pudiéramos hacer una lista como la de la compra yo creo que nunca acabaría. Está en la absoluta, es una jugadora muy diferencial, para mí de las mejores de España”.

Otro de esos ‘alicientes’ de fichar por el Real Madrid era poder debutar por fin en la Champions femenina, competición que se le escapó con la Real. “Para mí es un sueño hecho realidad. Todos cuando somos pequeños y escuchamos el himno pensamos ‘eso tiene que estar muy guay jugarlo’. Y tener la posibilidad ahora de hacerlo es un paso más que dar y que disfrutar”.

Mirando al futuro

Lucía Rodríguez tiene 22 años y apunta a una trayectoria muy fructífera, además de ilusionante gracias al crecimiento del fútbol femenino español, primero con el convenio colectivo y ahora con la profesionalización de la Primera Iberdrola.

“Tenemos la suerte de estar justo en este momento, que es cuando se están produciendo los cambios. Es lo bonito, porque nosotras hemos vivido lo anterior para saber lo que cuesta estar donde estamos ahora. Con todo el trabajo y las ganas que pusieron las generaciones anteriores podemos disfrutar ahora de verdad, de dedicarnos seriamente a esto y que se nos trate como profesionales. Yo he tenido la suerte de jugar con Mar Prieto y  Laura del Río, que me han transmitido todo lo que costaba jugar en ese momento”.

Lucía debutó con 15 años en el primer equipo del Madrid CFF, el enésimo ejemplo de que las jóvenes llegan más preparadas que las generaciones anteriores. “Antes había equipos en sub-16 y poco más. Y previo a eso, o jugabas con chicos o no jugabas. Ahora tenemos las mismas oportunidades, independientemente de ser chico o chica. Eso facilita que cuando llegues a los 15-16 años estés preparada para dar el salto a la máxima competición”.

Estudiante de fisioterapia y ya con la primera dosis de vacuna puesta, no se marca objetivos a largo plazo. “Intentar conseguir lo máximo. ¿Y qué es lo máximo? Competir al máximo a nivel de club, poder ir a la Selección, no ponerme ningún tope. Disfrutar de los grandes partidos y las grandes competiciones y poder ganar lo máximo”. Ni siquiera le obsesiona estar o no en la próxima Eurocopa de Inglaterra, en el verano de 2022.

“Es un poco tópico, pero si pienso más allá me desvirtúo a mí misma. Pensar en una Eurocopa sin empezar la Liga, sin estar afianzada y demás es un poco como soñar gratis. Lo importante es currármelo mucho y cuando crea que estoy a ese nivel todo va a ir llegando. No creo que sea un objetivo como tal, más bien una consecuencia de todo el trabajo”. Además, la competencia en su puesto es feroz. Últimamente se está viendo, hay muchas laterales buenos en España. Ahora ha entrado Olga (Carmona), que está a un nivel espectacular y se merece estar en esa posición. Y cuando está ‘Corre’ también, Leila, Ona… Hay un gran nivel, hay que exigirse cada vez más, advierte.

Adiós con el corazón

La Real Sociedad ha marcado con fuerza la carrera futbolística de Lucía, así que el agradecimiento es máximo para una entidad en la que ha crecido muchísimo. “Solo me sale dar las gracias, la verdad. Por todo lo que han hecho por mí y todo lo que me han dado. Para mí fue un paso muy importante. Siempre me he sentido en casa. Desearles lo mejor de corazón, porque realmente lo siento así”.

Si le preguntas por lo que ha aprendido de los dos técnicos que han dirigido la Real en estos dos años, Lucía lo tiene claro: “De Gonzalo tengo la sensación que se quedó la temporada a medias. No sé si fue por el cambio de club y la profesionalidad, él venía de entrenar equipos de Segunda y Segunda B y nos enseñaba ese oficio, a mí personalmente me inculcó más. De Natalia el tema táctico-técnico. En eso es muy buena. En cuanto a posicionamiento me ha ayudado un montón y he dado un salto de calidad en el aspecto defensivo”.

Por último, no quiere olvidarse de la afición, algo que no ha podido disfrutar mucho en esta temporada marcada por la pandemia, pero que aun así ha sentido muy de cerca. “El finde pasado, cuando las oíamos y estábamos en el vestuario, fue algo muy emocionante. Llevábamos tanto tiempo sin vivir esa sensación que fue algo muy bonito y estimulante. La verdad que es una de las cosas que me sorprendió cuando vine, porque la ciudad está volcada con nosotras. Por la calle, en Zubieta, cuando jugamos en Anoeta contra el Athletic Club… Era algo que no había vivido y se agradece un montón, porque lo percibes cerca. Los aficionados saben cómo va el masculino y cómo va el femenino. Es un sentimiento muy arraigado que tiene aquí y es de agradecer. Me quedé un poco impactada, en Madrid no estaba acostumbrada a eso”.

Las últimas palabras de esta entrevista van para la hinchada txuri-urdin. “Quiero darles las gracias, sobre todo. Para mí ha sido muy satisfactorio y muy ilusionante sentirles cerca”. La próxima vez que crucen sus caminos, irá vestida de blanco, cumpliendo un sueño.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: Real Madrid Femenino (@realmadridfem)

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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