Los genios del fútbol son capaces de hacer malabares con cualquier elemento que se encuentren en el camino. Todos recordamos a Diego Armando Maradona dando toques con una simple naranja. Pues bien, Mesut Özil vio un trozo de papel que pudo ser un pedazo de cinta adhesiva, y se puso a dar toques como si de un balón se tratase. Las caras de sus compañeros lo decían todo. Ramsey o Mertesacker veían asombrados las habilidades que su compañero decidió realizar una vez finalizado el encuentro amistoso. Todo un arte.