No sé si os habréis fijado que Harry Kane tiene una manera de esprintar muy característica. Corre como encorvado, como perdiendo parte de la corpulencia que le caracteriza. Como cuando subes una montaña con una mochila pesada. Y eso, en definitiva, es la carrera deportiva de Harry Kane, estar siempre sufriendo.
El futbolista del Tottenham ha vivido siempre con una exigencia muy alta. Los aficionados de los Spurs depositaron en él sus esperanzas tras las salidas de jugadores como Modric o Bale, a principios de la década pasada. Y ya es la megaestrella y gran referencia del renovado Tottenham que habita el nuevo White Hart Lane.
Pero además de lidiar con la presión de los focos apuntando al número 10 que lleva a la espalda, la carrera de Kane ha sido una pelea constante contra las lesiones. Prácticamente cada temporada, ha sufrido algún problema físico importante. Desde que juega en el primer equipo del Tottenham, son innumerables las lesiones que ha padecido, viéndose sus tobillos especialmente castigados. Contando la lesión que sufrió hace unos días contra el Liverpool y que ahora lo aparta de los terrenos de juego, Kane acumula ya 8 lesiones en los tobillos.
Esas lesiones han ido cambiando su capacidad física. La sensación es que es un jugador menos ágil en espacios cortos. Por pura inteligencia y talento para leer el juego, entre Mourinho y el propio Kane han creado una nueva versión de Harry. Un Kane más falso ‘9’ que nunca. Que aporta muchísimo fuera del área. Que recibe en zonas en las que tiene más tiempo para actuar y no necesita la velocidad de movimientos que se necesita dentro del área. Un Kane muy implicado en la generación de juego, que lanza a Heung-Min Son y que, más tarde, llega al área por sorpresa. Un jugadorazo, en resumidas cuentas. En mi opinión, el mejor jugador de la Premier League 2020/2021 hasta que se lesionó contra el Liverpool. Mourinho había conseguido formar un equipazo, pero un equipazo que carecía de sentido si alguna de las piezas clave (Hojbjerg, Son o Kane) caía. Y la que le ha caído es la Reina. Desde la lesión de Kane, el Tottenham ha perdido cada partido que ha jugado.
Y estamos hablando de un futbolista megaprofesional. Un jugador que vive para su familia y para el fútbol. En la serie de Amazon Prime All or nothing (que enseña desde dentro las interioridades del Tottenham en la temporada 2020), cuentan que Kane tiene una pequeña casa justo al lado de la ciudad deportiva del Tottenham, para evitar recorridos largos y poder descansar mejor.
La historia del fútbol está llena de talentos sensacionales que, de manera más consciente o menos, decidieron abdicar. En la historia reciente es imposible no pensar en casos como Paul Gascoigne, Ronaldinho Gaúcho o Adriano. Otros que, por no ser suficientemente fuertes mentalmente, quedaron en un plano inferior al que sus condiciones en categorías inferiores apuntaban. Pero en el caso de Harry Kane, aun siendo un jugadorazo, es imposible no preguntarse qué hubiera sido de su carrera sin las recurrentes lesiones que le azotan. Kane estuvo a punto de perderse la final de la Champions de 2019 contra el Liverpool. Y la jugó, pero visiblemente mermado. Todavía con la esperanza de que estos problemas físicos desaparezcan, nos preguntamos qué hubiera sido de Kane sin lesiones.
Imagen de cabecera: Catherine Ivill/Getty Images
