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Leo Messi, año 2020

Son las 22:00 en las Islas Canarias. No lo tenía previsto,
pero me encuentro en la necesidad de hacerlo. Me siento a escribir unas líneas
sobre lo que se ha presenciado hoy en el césped del Sánchez Pizjuán. En
un partido que posiblemente haya sido el mejor en lo que llevamos de temporada,
sobresale un nombre por encima del resto. Acabado el duelo, me comenta mi
compañero Juanan Mota por whatsapp que cree haber contemplado el mejor partido
de Leo Messi de siempre. En ese mismo instante, otro compinche, Iván
Libreros, afirma en twitter algo parecido. Yo asiento mientras reviso mi móvil.
Es el tema estrella de la noche. Se suman otros camaradas de Sphera Sports.
En nuestra red social favorita todos estamos en sintonía. Impresionados con el
argentino. La palabra es fuerte si la consideramos. Porque… ¿Entendéis lo que
eso significa realmente? Voy a tratar de darle forma, de explicarme. Existe
sensación de asombro provocada por un tipo del que se espera ya cualquier cosa:
es decir, alguien a quien no le ponemos techo. Y se supone que, a estas
alturas, estamos preparados para todo. Pero el ’10’ se empeña en quitarnos la
razón.No, no estamos listos. Y es que Leo, también a nosotros, nos
lleva ventaja. En Sevilla, se propuso que nadie echara de menos a Andrés
Iniesta, cuestión mayor. Lo llevó a cabo leyendo las necesidades de su
equipo; se echó para atrás y comenzó a construir. Aunque sin dejar de ser
Messi, ya que cuando asomó al balcón del área, el argentino fue tan letal como
siempre. Sin embargo, no se trata de números, o de datos. Sino de sensaciones.
En días pasados volvió a saltar a la palestra la discusión sobre el Balón de
Oro. El técnico del que fuera en esta jornada su rival sobre el verde, Jorge
Sampaoli, declaró que deberían entregarse dos premios: uno para Lionel y
otro para que el resto se lo disputase. Siendo coherentes, hay que asentir. Si
el galardón se concediera al mejor jugador, el blaugrana tendría 6 o 7. Desde
2009 solo Cristiano Ronaldo ha increpado ocasionalmente al astro del
Barça. La pregunta es… ¿Ha sido más por mérito del portugués (que lo tiene,
indiscutiblemente), o por demérito del rosarino? ¿Y, cuando han elegido al de
Madeira, cuánto ha influido la prensa? Fanatismos aparte, de esos que intoxican
y tergiversan, hay un abismo entre el mejor futbolista del planeta y el resto,
guste más o menos. Y, guste más o menos, en el resto está también el ‘7’
blanco. Los medios afines arrastran a ultras cegados por los colores, que no
aciertan a separar apetencias y realidades. Es como el culé que asegura que Rakitic
(fantástico centrocampista) es superior a Modric. Que lo he escuchado,
ojo. ¿Qué puedo decir al respecto? Que como aficionado del Barcelona ya me
gustaría. Es hora de que nos quitemos la venda, que seamos consecuentes. En
todos los rincones. Es tiempo de que aquellos hinchas titulados u opinadores
sectarios admitan lo innegable. Podrán convencer a algunos de los suyos. Al
resto, los que esperan otra cosa de la profesión, cada vez los tienen más
complicado. Estime ‘France Football’, incluida, lo que quiera. Nadie
quiere pasar vergüenza por defender una falacia.Leo Messi nos ha enseñado el futuro. Su futuro. El futuro de
su club, de su selección, de su fútbol, del mismo fútbol. Desde hace algún
tiempo, a ratos, lo hace. Sin generar mucho ruido. Como quien no quiere la
cosa. Pero este domingo no se ha contentado con esos momentos. Esta vez se ha
mostrado en toda su magnitud. Y si tenía que advertirlo cada persona que seguía
el choque en directo, pues adelante. Martí Perarnau nos explica en su
libro “Pep Guardiola, la metamorfosis” la visión del de Sampedor
respecto a ‘La Pulga’: “A veces vaga por el césped, caminando, pero está
radiografiando el juego. Cuando le llega el balón ya tiene en mente el espacio
– tiempo. Sabe dónde está todo el mundo… ¡Y pam!” Me inclino a asegurar que
es cierto. Frente a los de Nervión entendió que era más necesario en la
elaboración. Sin renunciar a su naturaleza se vistió de Xavi, y el
caudal de fútbol azulgrana emanó de sus botas. Para gobernar el encuentro.

Una vez escucho el pitido final, algo ronda mi cabeza.
Evalúo lo ocurrido y saco mis propias conclusiones, que son las siguientes:
cuando a Leo el físico no le dé para ser el mejor marcando goles, muy probablemente
lo será desde la medular. Estableciendo diferencias en otro punto. Con una
incidencia similar a la que estamos habituados. A la de todos estos años, y a
la actual. Puede que hayamos sido testigos de Lionel Messi, versión año
2020. Y si eres amante de este deporte, independientemente de colores, seguro
que estás de enhorabuena. Significa que hay Messi para rato. Quizá no el mismo
Messi. Pero seguirá siendo Messi. Esto es, el mejor futbolista de la galaxia.

Tenerife. Estudié sociología aunque siempre he estado vinculado al mundo de la comunicación, sobre todo haciendo radio. Deporte en general y baloncesto más a fondo.

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