Le mouvement

Francia pierde al descanso de los octavos de final frente a la República de Irlanda. Un gol de penalty de Brady y la inoperancia francesa hacen temer por la integridad de la sobremesa y la continuidad de Francia en su Eurocopa.

Didier Deschamps, tiró de lucidez para ver el problema de su equipo en un esquema diseñado para contragolpear, y al que le costaba horrores dominar los partidos. El sacrificado, bien por el nuevo esquema o por su amonestación que le hizo perderse el partido de anoche, fue N’Golo Kanté. Del 4-3-3 al 4-2-3-1.

No solo fue un cambio de dibujo, sino también de piezas. La pieza principal de la mejoría francesa se alejó de la banda para colocar su fútbol en el centro. Antoine Griezmann, apostado en la banda derecha sin apenas influencia se situó en el centro de la mediapunta por detrás de Giroud. El resultado de sobra conocido. Griezmann apareció con tres intervenciones que provocaron dos goles y la expulsión de Duffy.

Frente a Islandia, Deschamps dejó definitivamente de lado el 4-3-3, y apostó por el 4-2-3-1 que en ocasiones pareció más un esquema con dos delanteros que con tres medias puntas. Intensidad, presión y castigo. Las claves de Francia ante una Islandia que falló en su línea defensiva, tanto por abajo como por arriba, una noche aciaga que deja a los de Lagerback fuera de la Euro, pero que se llevan el cariño de todos. Junto a Gales y a Will Grigg forman el tridente de triunfadores de esta Euro.

‘Le mouvement’, bien por inspiración, o bien por urgencia deja a Deschamps como ganador, y a Francia como firme candidata. La moral de las tropas por las nubes, su estrella ya lleva 4 goles y 3 asistencias, y Pogba ha aparecido firme y decidido a llevarse esta Euro a su vitrina. Espera Alemania y unas cuentas pendientes que saldar desde el Mundial de 2014, donde un gol de Hummels y una actuación tremenda de Neuer dejó a Francia fuera de Brasil.