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Las historias cruzadas del Suiza-Albania

Alrededor de 300.000 albaneses viven actualmente en Suiza. Procedentes esencialmente de la antigua república yugoslava de Kosovo -también de Macedonia y la propia Albania-, forman una de las minorías étnicas más importantes del país helvético. Aunque muchos ya había comenzado a emigrar a Suiza en busca de trabajo desde los años ’60, la mayor parte de la diáspora se produjo a partir de finales de los años ’80. Por un lado, tras la reducción de la autonomía de Kosovo en 1989 por parte de Serbia, ya liderada por Slobodan Milosevic. Por otro, con la guerra de Kosovo que comenzó en 1998.

El Albania-Suiza de esta EURO 2016 tiene un interés que va mucho más allá de lo estrictamente futbolística, ya que ambas selecciones están irremediablemente unidas por este hecho. Una buena parte del combinado helvético, donde la mayoría es de origen inmigrante, tiene raíces albanokosovares. Al revés, tras la labor de scouting por Europa realizado por el seleccionador De Biasi para devolver a casa a la diáspora, hay un importante nueve número de jugadores en Albania nacidos o crecidos en Suiza.

 

En números: seis jugadores de los 23 suizos tienen ascendencia de etnia albanesa: Granit Xhaka, Valon Behrami, Blerim Dzemaili, Xherdan Shaqiri, Admir Mehmedi y Shani Tarashaj. En Albania, nueve futbolistas nacieron o crecieron en Suiza: los defensas Naser Aliji, Arlind Ajeti y Frederic Veseli, los medios Taulant Xhaka, Migjen Basha, Amir Abrashi, Burim Kukeli y Ermir Lenjani y el delantero Shkelzen Gashi.

Especialmente reseñable será la historia de los hermanos Xhaka. Sus padres, Elmaze y Ragip, llegaron a Basilea desde Kosovo en 1989, en busca de un futuro mejor. Alli, en el populoso barrio de Kleinbasel, nacieron Taulant y Granit con 18 meses de diferencia. Sus padres les inscribieron a ambos en uno de los equipos destacados de la ciudad a nivel juvenil, el Concordia Basel, y luego pasaron al Basilea.

De la mano durante toda su infancia -parecían gemelos, como contaba su madre- y con un estilo de juego similar en el mediocampo, fue el pequeño quien antes triunfó en el fútbol. Granit fue un fijo en el Basilea desde 2010, con apenas 18 años, y debutó al año siguiente con Suiza, el país que acogió a sus padres y le vio nacer. Luego firmó por el Borussia Monchengladbach y este verano se ha convertido en el segundo fichaje más caro de la historia del Arsenal.

 

Taulant, el mayor, no disfrutó de tanta regularidad en sus inicios en el primer equipo del Basilea y tuvo que estar año y medio cedido en el Grashoppers antes de asentarse en el equipo tras la marcha de su hermano Granit. En 2014 fue reclutado por De Biasi y consiguió la nacionalización para jugar con Albania, el país que representa las raíces albanesas de su familia.

En la EURO 2016 ambos hermanos se enfrentarán en Francia. Uno representado a su país de acogida, Suiza. El otro, a la nación de sus orígenes, Albania. Un hecho que tiene que ser un símbolo de concordia en un mundo en el que las vallas de las fronteras no deberían ser tan altas.

 

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Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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