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Tenis

Larga vida a los cinco sets

Cuatro veces al año, las cuatro justo antes de disputarse un Grand Slam, el tenis masculino de forma más o menos intensa, se pregunta por la utilidad de los cinco sets. En unos tiempos en los que se busca la inmediatez, un formato que puede permitir que un partido dure cuatro o cinco horas, va contra la inercia. Y, sin embargo, apenas pasan unos días, el posible debate queda enterrado por kilates de excelso tenis durante cuatro o cinco horas.

Tras la modificación de las finales de los Masters 1000 y de la Copa Davis, el único reducto que le queda a los cinco sets es el cuadro masculino individual de Grand Slam. Y debe perdurar. La grandeza y gloria que implica ganar un Major masculino individual se debe, entre otras cosas, a la necesidad de ganar tres sets en un mismo partido.

Un Grand Slam es muy diferente a cualquier torneo ordinario del circuito. Un Masters 1000, un ATP 500 o un 250 son buenos éxitos, pero un Grand Slam escapa a todo lo anterior. Siete partidos en 14 días al mejor de cinco sets. Un Major implica una dificultad mayor que es el producto de varios factores: siete grandes esfuerzos en dos semanas y con la necesidad de sumar tres sets en cada uno de ellos.

En un torneo ordinario hacen falta cinco o seis victorias. Suponiendo que se logran en tres sets son 15 o 18 sets en una semana. En un Grand Slam, esas cifras implican llegar a cuartos de final o semifinales. Pero ganarlo supone dos esfuerzos más y ante los mejores tenistas del mundo. Un esfuerzo extra cuando ya acumulas 10 días de concentración y de partidos a tres sets que retan y castigan a todos los que lo intentan.

En el presente Abierto de Australia hemos visto enfrentamientos que han necesitado de ese quinto set desde la primera ronda. Y, de forma más reciente (a falta de las semifinales y la final) en los cuartos de final. Tres de los cuatro partidos han alcanzado el quinto. Cronológicamente, Rafael Nadal, Matteo Berrettini y Daniil Medvedev han tenido que ganar la quinta manga para acceder a las semifinales.

Solo se ha librado Stefanos Tsitsipas en una exhibición de tenis de 126 minutos ante Jannik Sinner. Para ponerle más picante a la situación, los tres partidos de cuartos de final que han alcanzado los cinco sets lo han hecho después de que un tenista se adelantara 2-0. Nadal y Berrettini consiguieron apagar el fuego a tiempo. Medvedev por su parte, tras ceder las dos primeras mangas ante Auger-Aliassime, ha logrado ganar las tres siguientes (salvando punto de partido incluido).

Los tres partidos han tenido tenis a raudales, puntos de una calidad extrema y épica. La necesaria para resistir cuatro horas o más para asegurarse el acceso a semifinales en un quinto set. En su día le preguntaron a Daniil Medvedev que qué le suponía a él la baja de algunos de los principales favoritos al título de un Major y el moscovita fue transparente: “Me es igual, siguen siendo siete partidos para ganar un Grand Slam”.

No se puede decir más con menos. Son siete partidos, más que en ningún otro torneo y lo son, en el cuadro masculino individual, al mejor de cinco sets, algo que no pasa en ningún otro contexto del tenis actual. Y esa circunstancia que hace únicos a los Grand Slam es lo que les otorga esa naturaleza diferente, única, especial y extraordinaria.

La mayoría de tenistas o nunca pisan un Major o lo hacen con un puñado de triunfos. Algunos elegidos alcanzan la segunda semana. Un grupo muy reducido se puede considerar favorito a disputar más allá de cuartos de final. Los mejores de ese grupo pueden presumir de conquistar

un título de Grand Slam. Y los elegidos dentro de los mejores de ese grupo, la élite de la élite, repite título y hasta acumula varios Majors.

Quizás el problema es que nos hemos acostumbrado a las cifras que hemos manejado los últimos años, que ahora ascienden a la veintena por triplicado.

Ocho semanas al año disfrutamos de 127 partidos al mejor de cinco sets. Son la esencia del Grand Slam masculino individual. Y la principal fuente de calidad en una pista de tenis y épica. El que quiera rapidez e inmediatez que se quede con el resto de semanas del circuito y las Finales Next Gen con sus parciales a cuatro juegos. Para el amante del tenis durante varias horas, que vivan los Grand Slam. ¡Larga vida a los cinco sets!

Imagen de cabecera: Australian Open

Madrid. Periodista y CCMM. Redactor en @elcontragolpe_ Gestiono @ATPsphera Antes en @franquicianet portal de @t4franquicias Punto de Encuentro y EL MUNDO

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