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Fútbol sudamericano

Lapadula, el goleador italiano que ansía Perú

Entre los muy variados perfiles de futbolistas que circulan por el fútbol italiano, hay que uno que acostumbra a destacar. El bomber di provincia es ese delantero puro, goleador, zorro del área, a veces viejas glorias acostumbradas a perforar redes, otras en cambio promesas de antaño que nunca llegaron a cumplir las excesivas expectativas en la élite. Sin éxito al más alto nivel, se dedican a hacer goles de manera prolífica en diferentes equipos de provincia que pululan por las categorías de las inferiores del Calcio, hasta la Serie B, pocas veces más de dos años seguidos en la misma ciudad.

Uno de ellos está esta temporada en el Pescara y responde al nombre de Gianluca Lapadula. Tiene 26 años, nació en Turín y pese a nacer el barrio de Filadelfia, siempre ha sido juventino. Jugó ocho años en la cantera bianconera -es de la quinta de Luca Marrone y Fausto Rossi-, admiraba de cerca de Zidane y Del Piero cuando era recogepelotas en Delle Alpi pero dejó el club por una razón: los estudios.

“En la Juventus me decían que tenía que estudiar, pero no yo no quería y la educación era en el club un componente importantísimo, casi más que jugar bien a fútbol. Eso sí, con el tiempo he entendido el significado y el valor de esa política”, explicaba el delantero sobre el final de su etapa con el club de sus amores.

 

Desde entonces, vestido ya con el traje de bomber di provincia, pasó por las canteras del Treviso y del Parma, que le cedió posteriormente en repetidas ocasiones, siguiendo su filosofía habitual hasta su quiebra. Lapadula pasó entonces por el Atletico Roma, Ravenna, San Marino (24 goles en Serie C2), Cesena (sin minutos en Serie B) y Frosinone (aun estaba en Serie C1). En 2013 anotó 13 goles con el ND Gorica, equipo fronterizo de Eslovenia y satélite del Parma.

En 2014, llegó al Teramo, siempre cedido, y allí explotó definitivamente. En la ciudad del Abruzzo, Lapadula anotó 21 goles, fue el segundo máximo goleador de la Serie C -por detrás de su compañero Alfredo Donnarumma, con el que formó la mejor pareja goleadora de Italia- y el Teramo venció el grupo B de la división, conquistando el ascenso. Luego en agosto, la promoción fue revocada tras demostrarse el amaño del partido contra el Savona que había sido decisivo para el ascenso.

Tras la desaparición del Parma, Lapadula quedó desvinculado y el Pescara -apenas 80km al sur de Teramo- le acogió. Y en Serie B no ha dejado de anotar, hasta el punto de que es el destacado máximo goleador del campeonato, con 16 goles de todos los colores. Un delantero implacable. Hasta el punto de que la Juventus, casi una década después de salir del club, ya estuvo negociando en este mercado invernal su contratación -junto a otros jóvenes de Serie B como Caprari o Ganz- de cara a la próxima temporada.

 

De los Apeninos a los Andes

Con bastante probabilidad, Gianluca Lapadula seguirá el mismo camino que Marco y tantos otros inmigrantes italianos. Aunque nació en Turín, su madre es peruana y desde el país andino ya han manifestado la intención de que Lapadula sea convocado inmediatamente para los próximos partidos de la selección de Perú, con la mente puesta en la Copa América Centenario que se disputa en junio.

“Me acabo de reunir con el seleccionador Gareca, para ver cómo pueda adaptarme a su juego. Mi sueño es una convocatoria de Conte y vestir la camiseta italiana, pero dejo las puertas abiertas a cualquier opción”, explicó el goleador en una reciente entrevista. “Yo nunca he ido a Perú, ni siquiera de vacaciones. Mi madre siempre me ha hablado de ella como una tierra extraordinaria que descubrir y vivir. Vestir la camiseta de Perú sería, en cualquier caso, un honor”.

Y aunque todavía no está confirmado, el entorno de la selección peruana y del propio jugador apuntan a que la convocatoria está al caer. La afición y la prensa local están entusiasmados con la posibilidad y el propio Lapadula ha dejado caer más de un guiño a Perú desde las redes sociales.

A son de goles, a base de trabajo y efectividad desde lo más humilde del Calcio, parece que Lapadula saltará pronto, no solo a la primera plana del fútbol italiano, sino también del mundial. Ha tardado, pero Lapagol ya está aquí.

 

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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