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Laia Aleixandri

Fútbol femenino

Laia Aleixandri, sueños de Eurocopa

Es la defensa más joven de la Selección absoluta y de toda la convocatoria a excepción de la debutante Amaiur Sarriegi (por cuatro meses), pero Laia Aleixandri (Santa Coloma de Gramanet, 2000) ha logrado afianzarse en las listas incluso en un contexto de temporada difícil. Para ella, es más que un objetivo estar en la Eurocopa del próximo verano, donde la Roja partirá, esta vez sí, como de una de las grandes favoritas.

“Estoy muy orgullosa. Jorge me está dando la confianza, he estado esta temporada en casi todas las convocatorias. No podría decirte que soy una fija porque en el fútbol un día estás arriba pero otro estás abajo, pero soy consciente de que he trabajado cada día por estar con la Selección, y estar en la Eurocopa que viene sería para mí un sueño. Voy a trabajar muy duro para ello”, nos dice la futbolista del Atlético de Madrid desde la concentración en Los Ángeles de San Rafael (no están en Las Rozas porque la masculina prepara allí la Eurocopa).

La trayectoria de la Selección es inmaculada desde que disputara la She Believes Cup en marzo de 2020 y cayera con honor ante Estados Unidos. Desde el regreso tras el confinamiento, el equipo de Jorge Vilda ha ganado los ocho partidos que ha disputado, con un balance de 46 goles a favor y ninguno en contra. Si bien los duelos ante Azerbaiyán o Moldavia no parecen ser test válidos de cara a la exigencia de la Eurocopa, sí lo es el último ante Bélgica (3-0) y sí lo será el de este martes frente a Dinamarca, la actual subcampeona de Europa.

“Es un partidazo. Estos rivales ya son de nivel, que te ponen a prueba. Tenemos en menta la Eurocopa del verano que viene, así que estos partidos son para exigirnos y ponernos en situación”. Y tanto. En frente, la defensa de la Roja tendrá nada menos que a Pernille Harder, considerado por muchos la mejor futbolista del continente. “Harder es una jugadora increíble, yo la he sufrido en la eliminatoria de Champions contra el Chelsea. Esta Selección va muy mentalizada en cómo quiere sacar el partido y seguro que la vamos a tener controlada”, asegura Laia.

Una convocatoria que vale doble

Hay jugadoras que están en la Selección porque su equipo ha brillado con fuerza en Primera Iberdrola: el colectivo ayuda al rendimiento individual. En el caso de Laia Aleixandri, una asidua en las listas a lo largo del último año, lo tiene más difícil. La zaguera lleva siendo la única internacional española del Atlético desde hace tiempo, y es que el cuadro rojiblanco no ha cumplido los objetivos este curso, acabando lejos de la zona Champions. Así que hay que darle el doble de valor a su continuidad en la Roja, pues ha logrado destacar incluso en circunstancias no del todo cómodas. “Esto es otro ambiente. Cada vez que había convocatoria era especial, como una vía de escape. Siempre lo afronto como una oportunidad nueva, estar con las mejores jugadoras de España es algo increíble. Ha sido una recompensa por todo el trabajo a nivel individual esta temporada”.

Otra de las razones tiene que ver con su polivalencia. Laia puede jugar de central o de lateral, aunque reconoce que prefiere formar en el centro de la zaga. “Es algo positivo y me puede beneficiar, estar disponible en la posición que sea. Es verdad que mi posición natural es la de central, siento que ahí doy mi cien por cien, me siento más cómoda. Pero tanto ahí como de lateral voy a intentar siempre darlo todo”, señala. La competencia es feroz en esa zona, pues tiene por delante a Irene Paredes, Mapi León o Andrea Pereira. Ivana Andrés, que ha hecho un temporadón como capitana del Real Madrid, también es suplente. ¿Cuánto se puede aprender de ellas?

“Muchísimo. Son compañeras, pero podrían ser perfectamente referentes. Tienen una experiencia increíble y puedes aprender tanto hablando con ellas como fijándote en el campo. Aquí compartimos las 24 horas y estoy para aprender. Ellas nos acogen muy bien, eso suma mucho”, afirma. Prueba del buen estado de salud de a Selección en esa zona es el dato que hemos mencionado con anterioridad: ningún gol encajado desde marzo de 2020. “Es una seña de identidad nuestra. Somos muy intensas y agresivas, pero seguramente lo seamos más teniendo la posesión del balón y contrarrestando así el ataque rival. Va a ser algo clave para que esta Selección pueda hacer algo importante en la Eurocopa”.

¿Favoritas a todo?

Viendo el estado actual del combinado español, la pregunta es obvia a un año vista. ¿Somos capaces de aspirar a algo grande? En la Era Jorge Vilda, la Roja no pudo pasar de cuartos de final en la Eurocopa de 2017 (cayó en la tanda de penaltis ante Austria) ni de octavos en el Mundial de 2019 (si bien fue ante la todopoderosa Estados Unidos, y se le plantó cara). Ahora, esa etiqueta de favorito que se le viene poniendo a la Selección puede ser contraproducente.

“No diría que tenemos presión. Nosotras cada vez que venimos aquí queremos conseguir lo máximo y llegar a lo más alto. No tendría miedo a decir que esta Selección puede llegar muy lejos. Daremos nuestro cien por cien para que se note en los campeonatos”,declara Laia, que siente que cada vez son más tenidas en cuenta por el resto de selecciones. Sinceramente, yo creo que sí. Ahora la Selección española está en ojos de toda Europa y el mundo. No solo por las jugadoras que tenemos aquí, que hay un grandísimo nivel, también por los resultados. Tenemos que saber gestionarlo, meternos en nuestra burbujita y pensar solo en el partido a partido hasta la Eurocopa”, sentencia.

Cuando la Eurocopa fue aplazada hasta el verano de 2022, las consecuencias resultaron positivos: a esta selección emergente le daban un año más para crecer. Pero viendo el rendimiento actual, ¿habría sido mejor para España jugarla ahora? “Nosotras las jugadoras somos muy ansiosas (risas), pero lo vemos por el lado positivo. Si se hubiera jugado este verano el ambiente y el público no habrían sido lo mismo que en el verano que viene. Como tenemos los objetivos claros, sabremos gestionarlo bien”. Laia, que ha jugado varios torneos en categorías inferiores con la Rojita, no se quita de la cabeza el sueño de estar entre las elegidas. “No paro de tener en la mente ese sueño, cumplir ese objetivo. Quiero tener buenas sensaciones para transmitirlas al grupo. Eso va a ser la clave para estar ahí”.

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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