Tras el partido contra el Hannover, el mediocampista del Werder Bremen Zlatko Janukovic reconoció que había forzado una tarjeta amarilla cuando estaba apercibido para saltarse el siguiente encuentro contra el Bayern. Lo mismo ocurrió con su compañero Clemens Fritz. Ambos recibieron una multa de 20.000 euros, pero cumplieron con su objetivo: no jugar contra el Bayern para poder estar disponibles en duelos más importantes para el Werder.
Ante la polémica que se ha creado en torno a este tema, el presidente de la federación alemana, Rainer Koch, ha realizado una propuesta sorprendente para acabar con estas actitudes antideportivas: la sanción por sorteo.
«En vez de sancionar automáticamente para el siguiente partido cuando un futbolista cumple ciclo de amonestaciones, se podría sortear el partido de sanción entre los tres siguientes». De este modo, en el momento de la amarilla, el jugador no sabría aun que partido se perdería. Una idea que la Bundesliga valorará y que incluso se podría exportar a otros campeonatos, visto que es un fenómeno común en el fútbol.