Russell Westbrook sigue empeñado en hacer historia. Seguramente no pueda conseguir este año el anillo, pero hoy por hoy es el mejor jugador de la NBA, al menos, así lo demuestra noche tras noche llevando a un limitado conjunto, como los Thunder, a las posiciones altas de la Conferencia Oeste.
Anotar, pasar, rebotear, robar, defender. Intensidad y compromiso, siempre al 110%, siempre con la sexta marcha. Anoche, nueva exhibición, de momento la última. Como diría Antonio Lobato, «si parpadean se lo pierden».