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Real Madrid

'La mente en blanco' - Se abre la brecha

El Real Madrid parece empeñado en seguir hundiéndose en el barro cuando podía hacer olvidar el desastroso mes de noviembre. Primero fue el ridículo a nivel institucional en el partido “de ida” de la copa del rey contra el Cádiz, donde se alineó a Cheryshev (quien arrastraba una sanción de la temporada anterior) y acabó con la eliminación del equipo blanco por alineación indebida. Y, tras sendas goleadas a unos débiles Getafe y Malmoe, el conjunto blanco ha vuelto a mostrar su peor cara y perder los tres puntos en el partido de El Madrigal.

Hace un par de semanas hablaba en esta misma sección de lo favorable del calendario del equipo madridista y la posibilidad de, tanto mejorar la imagen del equipo como de acortar distancias con Barça y Atlético de Madrid. Los catalanes han puesto de su parte y se han dejado cuatro puntos en los últimos dos partidos, dándole a los blancos la oportunidad de ponerse a dos. Pero estos no han sabido aprovecharlo y, con la derrota en Villarreal, prácticamente dejan las cosas como estaban. Igual de mal.

Precisamente en este último partido, el equipo salió al campo “a verlas venir”, como dijo literalmente el capitán Sergio Ramos a la conclusión del encuentro. Pero no fue la única voz crítica desde dentro del vestuario, declaraciones como “en la primera parte faltó intensidad”, “hemos salido muy flojos” o “hemos entrado muy mal al partido” eran realizadas por Pepe, Modric y Marcelo respectivamente. La autocrítica es algo bueno, pero cuando se habla de no salir a jugar con actitud o intensidad es que algo pasa. Puedes no jugar bien, pero las ganas se presuponen. Si a esto añadimos que el entrenador dice en rueda de prensa cosas como que “es difícil de explicar la primera parte” es cuando todo empieza a oler mal.

Es “vox populi” la mala relación existente entre Benítez y gran parte de la plantilla. Y no es algo nuevo, sino que se comenta prácticamente desde el primer día en que el técnico madrileño puso un pie en Valdebebas. Jugadores como Jesé, Isco, James o el mismo Cristiano son algunos con los que ya ha tenido algún encontronazo. Hace tan sólo unos días el portugués y Kroos se deshacían en elogios a Ancelotti en entrevistas a distintos medios internacionales. El alemán acabó viendo el partido del domingo desde el banquillo y, pese a que su rendimiento no estaba siendo bueno, invita a pensar que puede haber algo más.

 

Sea mejor o peor la relación de la plantilla con el entrenador, lo que no es de recibo es la actitud que se ha mostrado en el campo en algunos partidos. Dudo mucho que, pese a que no estén en sintonía con Benítez, los jugadores quieran “hacerle la cama”. No me imagino a jugadores como Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo queriendo perder ni jugando a las chapas. Si existe la mínima posibilidad de entendimiento y no quieren que la temporada acabe demasiado pronto, es el momento para que empiecen a remar todos en el mismo sentido.

Benítez ha demostrado en su paso por Valencia, Liverpool, Chelsea o Nápoles ser un gran entrenador, pero quizás no el más idóneo para la idea de juego que se había implantado en el Real Madrid en los últimos dos años. Aun así, si echas al entrenador que tenía el apoyo de toda la plantilla y gran parte de la afición para traerlo, es difícil que tan sólo cuatro meses después puedas prescindir de él sin consecuencias. Benítez es el último escudo que le queda a Florentino, echarlo sería lanzar una moneda al aire y rezar para que su sustituto gane algo importante esta temporada. De lo contrario, el presidente no tendría más remedio que dar su proyecto por agotado y convocar elecciones el próximo verano.

Ayamonte, 1984. Residente en Sevilla. I.T. Informático de Sistemas. Amante del fútbol, el basket y, en especial, de la NFL. Debutando en este mundillo de la mano de Sphera Sports.

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