Síguenos de cerca

La final que nunca quiso jugar Brasil

Alejandro CENTELLAS – A Brasil todavía le queda un último capítulo para terminar con el escarnio público al que se ha visto abocado. Disputará contra Holanda (22:00h, GolT/Telecinco) el partido del consuelo, el que todos los que allí llegan están obligados a jugar, pero que todos evitarían. Para Brasil, singularmente, el tercer o cuarto puesto es un asunto menor, toda vez que no alzarse con el título, como era de esperar, se ha considerado un fracaso. Será, además, el partido para ajusticiar a los jugadores brasileños: la afición, desde su púlpito, alzará o bajará su dedo pulgar, al más puro estilo romano, para librar o condenar a sus ídolos.

El sueño mundialista de la “canarinha” terminará contra Holanda, y con él, el reguero de sangre que ha dejado la hemorragia de la humillación en las bronceadas pieles brasileñas. Lo mejor que le puede pasar a la selección brasileña es desear que el tiempo pase muy rápido y poder atravesar cuanto antes y con el menor daño posible la tormenta que le rodea. Scolari, el entrenador, es uno de los damnificados de un gestión deportiva mediocre que, entre otros, comenzó con él. Desde que la andadura de Brasil se inició contra Croacia, el equipo ha ido dando tumbos sin ninguna dirección hasta verse embarrados hasta el cuello. Por eso, el partido contra Holanda podrá servir de catarsis o de ensañamiento. Lo que es seguro, pase lo que pase, es que será el final de la pesadilla.

El todavía entrenador de la selección brasileña hará, previsiblemente, cambios en el once frente a Holanda, sin más motivación que brindar una oportunidad a algunos jugadores de maquillar su epílogo en la “canarinha”. Será el caso, con total seguridad, de Fred, de Julio César, de Maicon y quién sabe si de algún jugador más como Dani Alves. Para contentar a aquellos jugadores que no han tenido la oportunidad de tener presencia en el Mundial, Scolari hará rotaciones. De estas, Jo, Bernard y Dani Alves entrararán casi seguro en el once. Será el partido de las despedidas amargas, del adiós oscuro y triste de muchos jugadores que tienen en su haber el privilegio de haber pertenecido a la selección por antonomasia del fútbol mundial.

El partido contra Holanda será el desempate estadístico que reina actualmente en los enfrentamientos entre ambas selecciones. De los 11 partidos que han disputado, cada selección ha ganado 3 y ha empatado 5. Además, en una paridad absoluta, de los 30 goles marcados en total, 15 han sido para cada selección.

Brasil se prepara para despedir a una selección que ha llorado más de lo habitual en un deporte y en una competición tan apasionante como el Mundial. Unos jugadores que han soportado, en su temprana edad, la presión de tener un país a sus espaldas, la responsabilidad de subsanar los errores de las esferas políticas con la consecución del título Mundial. Al final, el paso del tiempo olvida todo, hasta las situaciones más duras. En manos de Brasil queda la posibilidad de lavar relativamente su imagen, ganar con autoridad a Holanda, y esperar a que eso ayude a digerir el palo más doloroso que ha sufrido la gloriosa historia futbolística de Brasil.

XI probable:
Julio César; Dani Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho; Hulk, Bernard, Oscar; Jo.

Periodismo en la UCM por vocación, pasión y convicción. Me dejan escribir en @MadridSportsEs y @SpheraSports. Librópata y curioso por defecto.

Comparte la notícia

Comentar la noticia

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

No te lo pierdas

Más sobre