Los líderes influencian a las personas y a los grupos para ir hacia sus objetivos. Ser líder y actuar como tal requiere de una determinada personalidad que no siempre va unida a la sabiduría de unos conocimientos.
El liderazgo se hace y se deshace, no es algo que una vez conseguido se mantiene intacto en el tiempo, por lo que el entrenador tiene que trabajarlo y ganárselo día a día con sus hechos.
Muchos son los ejemplos que tenemos de equipos que han empezado a tambalearse incluso a derrumbarse cuando la plantilla ha dejado de creer en su entrenador. Entonces ¿Qué tienen que ver para creer en ti?
1. Responsabilidad: Si algo no funciona, asume la responsabilidad, rediseña y motiva.
2. Persona de palabra, justa y honesta: Di la verdad de forma asertiva pensando en los tuyos.
3. Coherencia: Consonancia entre lo que dices y lo que haces.
4. Decisión: Seguridad e iniciativa en la toma de decisiones.
5. Confianza: Cree en ti y en tu trabajo. Sigue tus ideales aunque no salgan a la primera.
6. Delegación: Trabajo en equipo escuchando y teniendo en cuenta las aportaciones de los demás.
7. Buen comunicador: Habilidad para poder vender tu visión de manera convincente.
8. Comprensión y empatía: sabiendo mantener los límites.
9. Planificación y organización: No te dejes llevar por la intuición. Elabora tu plan de acción y síguelo.
10. Profesionalidad: Siendo ejemplo en todo y demostrando las mismas cualidades que esperas de los demás.
Demuestra que eres competente y que sabes de lo que hablas.