Cuando acudes al beisbol con la familia, tiendes a practicar el deporte rey yankee, beber, comer y pasar un día con la familia.
En el partido Toronto – Philadelphia se produjo un fenómeno común, un aficionado recogiendo la bola que se pierde por las gradas, lo que es menos común es atrapar esa bola mientras tu cansada hija está recostado sobre tu regazo. Un superpadre que es capaz de hacer dos cosas a la vez.