Enrique III de Francia dijo sobre el calcio storico: “demasiado pequeña para ser una guerra auténtica y demasiado cruel para ser un juego”.
Desde hace siglos se viene
disputando en Florencia, capital de la Toscana, uno de los deportes más violentos de la historia: el calcio storico o calcio fiorentino. Sus orígenes se remontan a un juego de
pelota de la Antigua Roma, conocido como “harpastum”,
mezclado con lucha grecorromana. Los inicios de la práctica normalizada de este
deporte datan del siglo XV, con apariciones en la obra del florentino
universal, Dante Alighieri, y en varias obras pictográficas.
Será en el Cinquecento
italiano cuando aparezcan las primeras reglas para el calcio storico, será Giovanni de’ Bardi en 1580 quien escriba las
33 reglas principales del juego. Estas reglas serán modificadas a lo largo
de la historia del deporte. Tras caer en desuso durante el siglo XIX, un
jerarca fascista florentino, Alessandro Pavolini recuperará el deporte
tradicional de su Florencia natal en los años previos a la Segunda Guerra
Mundial
Pero ¿en qué consiste el juego? El juego se desarrolla en un campo de
tierra construido “ad hoc” en la Piazza
Santa Croce de Florencia donde entran en combate dos equipos de 27
jugadores cada uno que forman en el campo como si fueran una legión romana. El
objetivo de cada equipo es llevar el balón a la línea contraria y conseguir un
gol o “caccia” por el que obtendrán
dos puntos, si fallan en el intento el equipo contrario obtendrá medio gol o “mezza caccia”. Tienen un marcador
particular, son las banderas o enseñas de los equipos quienes muestran quien va
ganando y perdiendo, pues el ganador mantendrá la bandera izada y el que en ese
momento vaya por debajo en el marcador mantendrá su bandera arriada.
El campo históricamente ha sido
siempre el mismo, excepto en ocasiones especiales que se ha trasladado el
deporte a Roma, Praga, Turin, Genova o Nueva York entre otras ciudades. La Piazza
Santa Croce se transforma año tras año en un improvisado estadio de “calcio”. La mitad del campo la
señala una placa de mármol de Carrara situada en el Palazzo dell’Antella llamada “battipaglia” con la fecha 10 de
febrero de 1565 con los colores rojo y verde, seguramente haciendo referencia a
un partido disputado entre estos equipos durante esta fecha.
Este juego permite todo tipo de codazos, cabezazos, puñetazos, placajes, etc, a excepción de golpes por detrás, patadas en la cabeza y golpes en las partes bajas. Tampoco está permitido que más de un jugador ataque a un rival. Aun teniendo en cuenta toda la violencia que emana del campo, el calcio storico cuenta con tres árbitros y seis jueces de línea.
Los equipos representan a los cuatro barrios históricos de Florencia:
Santa Croce (azules), Santa María Novella (rojos), Santo Spirito (blancos) y
San Giovanni (verdes).
¿Cuándo comienza el
torneo? Todo lo que rodea el calcio
storico tiene unos tintes históricos y de protocolo nunca vistos en un
deporte. El inicio del torneo lo marca una tradición florentina que se denomina
“Scoppio del Carro” (destrucción del
carro), que data de la Primera Cruzada y la liberación del Santo Sepulcro. Cada
año el domingo de Pascua un carro lleno de pirotecnia recorre las calles de
Florencia con un corteo histórico de trajes medievales y juegos de banderas.
Tras llegar al Duomo, se le coloca entre
la puerta de entrada al templo y el Baptisterio. Una vez colocado se ata un
extremo de la cuerda al carro y otro se situará en el altar del Duomo y por esta descenderá una figura
en forma de paloma con fuego, un fuego extraído de la Iglesia de los Santos
Apóstoles deberá prender el “Brindellone”
(nombre tradicional del carro) y regresar al altar. Si esto sucede, la
tradición dice que será un año próspero para la ciudad. En 1966 se cumplió, la
paloma no regresó al altar y Florencia sufrió una de las peores inundaciones de
su historia.
Justo antes de este “Scoppio del Carro”, una vez que toda la
procesión ha llegado a la plaza del Duomo
tiene lugar el sorteo correspondiente a los partidos a disputar hasta la final
del calcio storico que se juega cada
año el día de San Juan Bautista, patrón de la ciudad. A quien gana el torneo se
le entrega una ternera blanca.
Los días de partido, que
se disputan en junio, se realizan numerosos actos en torno al calcio storico, desde desfiles, grandes
banquetes en cada uno de los barrios y ceremonias religiosas.
La importancia del juego
a lo largo de la historia ha sido tal que en sus primeros años de vida jugaron
grandes “calcianti”, desde políticos
a papas. Los más conocidos fueron los papas Medici Clemente VI y León XI y
Urbano VII Barberini. También los nobles de la ciudad: Cosme I, Granduque de la
Toscana o Lorenzo II, Duque de Urbino.
Durante la historia del calcio storico también se dieron numerosas anécdotas. En los años 1490 y 1605 los partidos se disputaron sobre el rio Arno congelado durante los meses de diciembre a febrero. En 1689 en ocasión de la boda del príncipe heredero del gran ducado de la Toscana, Fernando de Médici, y Violante de Baviera, el partido se disputó entre equipos con representantes europeos y asiáticos. En 2013 fue la primera vez que un partido de calcio fiorentino fue suspendido por causas del mal tiempo, se jugó el domingo siguiente.
El equipo de la ciudad, la AC Fiorentina, en homenaje a este deporte tradicional de Florencia, ha lucido en su camiseta los emblemas de los cuatro barrios contendientes en el calcio storico. Además, el club viola ha llegado a tener cuatro camisetas suplentes, una por cada uno de los cuatro colores de los equipos que compiten en la Piazza Santa Croce cada año: verde, rojo, azul y blanco.