Se llama Maximiliano Pariente, es el capitán de la décima de Newell’s Old Boys -club que vio nacer a Leo Messi– y ha motivado a sus compañeros con una arenga espectacular que emociona a Argentina y al mundo entero. Es tan solo un niño, tiene 10 años, pero ha realizado una demostración de pasión y amor por una camiseta ejemplar, un sentimiento que todo el país albiceleste le reclama a su selección absoluta en cada partido, ahora que no pasa por su mejor momento.