Se acercan tiempos de cambio en Alemania. Desde hace semanas se sabe que el asiento de Joachim Löw va a quedar libre, que tiene fecha de caducidad. Desde el momento del anuncio, los diferentes medios comenzaron a activar la tan odiada rumorología, ese apartado del periodismo en el que se van dando nombres y hasta argumentos, pero que no siempre resultan ser claros y, en ocasiones, hasta se apoyan en pura intuición. Un puesto como el de seleccionador alemán merecía nombres ilustres y nadie defraudó. Salieron a la palestra los Klopp, Nagelsmann, ‘Hansi’ Flick… Tres de los técnicos más importantes del viejo continente en la actualidad. Pero la propia rumorología caía por su propio peso cuando los propios protagonistas se descartaban ante una posible salida de su club hacia la selección nacional. En ninguno de ellos era el momento adecuado. Por prestigio que no sea.
Pero sus nombres no fueron los únicos que llegaron a sonar. Ralf Rangnick era otro que tenía varias vías abiertas: elegir entre el equipo al que tanto cariño le tenía en un momento delicado o ser el todopoderoso seleccionador nacional alemán. Con los otros descartados y Rangnick en el aire, los nombres más conocidos para el gran público, poco se ha hablado de la posibilidad real de que sea Stefan Kuntz quien coja el mando. Kuntz es el actual seleccionador Sub-21 y ya fue campeón de Europa de la categoría al poco de pillar el cargo. Pero es que en la siguiente edición fue finalista. El actual es su tercera participación como seleccionador y el objetivo no es otro que levantar el trofeo de nuevo. La conquista de ese título podría suponer dar el gran paso y, perderlo, su descarte. Da esa sensación. Que su candidatura dependa del resultado final de la competición que está en juego.
Kuntz no es un don nadie en el fútbol germano. Era un delantero de los buenos, de esos que aseguraban más de 10 goles casi cada temporada. No en vano, quedó en dos ocasiones máximo goleador de la Bundesliga (una de ellas empatado con Anthony Yeboah) en décadas distintas. Tiene el honor de ser el 9º máximo goleador histórico de la competición. Fue campeón de liga con el Kaiserslautern, formando pareja en ataque junto a Bruno Labbadia. Sus buenas actuaciones a nivel de clubes le valieron para ir convocado hasta en 25 ocasiones con la selección nacional absoluta. En esas convocatorias coincidió con Oliver Bierhoff, casualmente, quién será el encargado de elegir al sustituto de Löw. También con Jürgen Klinsmann, quien ocupó el puesto de seleccionador absoluto antes de Jögi. Oliver, Jürgen y Stefan sólo coincidieron en un gran torneo, la Eurocopa de 1996, la que se decidió por el famoso ‘Gol de Oro’ que el actual director deportivo de la federación germana marcó en la final a República Checa. Los tres son parte de la jugada que da el triunfo a los teutones, aunque Kuntz no participa directamente, puesto que es el único que no toca el balón. La historia hubiera cambiado si Kouba hubiera rechazado el disparo de Bierhoff, porque Stefan estaba justo delante para rematar, pero en fuera de juego.
Aunque no ha sido un entrenador de prestigio, como sí lo son los principales candidatos que los rumores colocaron en el disparadero, Kuntz cuenta con el factor Bierhoff y su experiencia como seleccionador Sub-21. Su balance es de dos finales disputadas en las dos ediciones completas en las que participó, llevándose el título solo en una de ellas. Tras retirarse como uno de los principales goleadores de la Bundesliga, su aventura en los banquillos arrancó con un punto totalmente nostálgico. Empezó en el Borussia Neunkirchen, el club de la ciudad donde nació, con el que dio sus primeros pasos como futbolista. El equipo con el que su padre había disputado tres temporadas de la Bundesliga en la década de los 60.
Esa parada inicial en la nostalgia dio paso a la mejor situación de Stefan como entrenador a nivel de clubes. Cogió el banquillo del Karlsruher SC en la Regionalliga (cuando aún no existía la 3.Liga) y lo ascendió como campeón de su grupo, para mantenerlo la temporada siguiente. No estuvo muchos años más como técnico y se pasó a los despachos, a ocupar cargos en diferentes clubes, incluyendo su etapa como presidente del consejo del FC Kaiserslautern, el club que le dio varios éxitos como jugador, consiguiendo Bundesliga, DFB Pokal y Supercopa. De allí pasó a ser consejero de la DFL y, tras unos meses en el cargo, arrancó como seleccionador Sub-21.
No es mala la trayectoria con la que cuenta Stefan Kuntz como para ser el próximo en sentarse en el banquillo. Y si a eso le unes su experiencia en la categoría inmediatamente inferior, más suma. En la absoluta actual sólo hay un jugador de los que ganaron con Kuntz aquel Europeo de 2017. Era Serge Gnabry. Sin embargo, a pesar de no haber tenido continuidad, muchos de aquellos jugadores son ahora titulares en sus clubes y no se han perdido por el camino.
Ahora la pelota está en el tejado de Bierhoff y Stefan Kuntz tiene muchas papeletas para ser el hombre que devuelva la ilusión a un país que se inspiró en el tiki-taka de España y lo retocó, para hacerse con un nuevo Mundial y, entre otras cosas, humillar a Brasil en casa, goleando con un 1-7. Sin embargo, tras aquel sonado triunfo, en los años posteriores sólo han llegado disgustos. Incluso se salvaron de un descenso en la UEFA Nations League gracias al cambio de formato de la competición.
Imagen de cabecera: ImagoImages
Comparte la notícia
