La Vuelta a España vuelve a ser objeto de críticas debido a negligentes faltas en su organización. El neerlandés Steven Kruijswijk, en el final de la 5ª etapa de la carrera en Lugo, se estrelló contra un bolardo no señalizado en el tramo de la carrera. Un elemento peligrosísimo a esas velocidades para un ciclista. Steven Kruijswijk, según las últimas informaciones ha sido trasladado al hospital y se sospecha que tiene una fractura de clavícula.
La negligencia fue denunciada enseguida después de la etapa por algunos ciclistas, como su compañero y compatriota Bram Tankink o el francés Jan Bakelants.
Según informa el periodista Fran Reyes, la organización de la Vuelta a España ha reconocido la negligencia y ha emitido este comunicado al respecto.
La Vuelta a España ya recibió críticas en la edición del año pasado por situaciones inaceptables como la caída de Kris Boeckmans en Murcia -tuvo que estar en coma inducido y según sus palabras estuvo a punto de morir seis veces tras la caída- o el atropello de una moto a Peter Sagan.
En la Vuelta al País Vasco 2015, Sergio Pardilla chocó contra otro bolardo no señalizado en el final de etapa en Bilbao. Sufrió diferentes fracturas en la mano, costillas, una perforación en el pulmón y un traumatismo cráneoencefálico, pensó en la retirada y solo pudo volver a correr casi un año más tarde -hace poco volvió a ganar en las Lagunas de Neila en la Vuelta a Burgos-.
Situaciones indignantes que podrían evitarse con mínimas medidas de seguridad para reducir el riesgo de los ciclistas en carrera.
En el aspecto competitivo, Gianni Meersman, en un sprint en un grupo reducido tras las varias caídas que se produjeron en el final en Lugo, consiguió con autoridad su segundo triunfo en la Vuelta a España.
