Isadora Cerullo, jugadora de rubgy 7 brasileña, se llevó una sorpresa en la ceremonia de entrega de medallas. Su país no obtuvo metal pero ella se llevó un premio igualmente. Su novia, la voluntaria también brasileña Marjorie Enya, saltó al campo para pedirle matrimonio delantero de todo el estadio. Por supuesto aceptó, y la derrota ante Australia, posterior ganadora del Oro, le dolerá un poco menos a la jugadora después de dar el ‘sí quiero’ y ser una de las protagonistas de los Juegos Olímpicos. Love is in Brasil.