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Cuando la mente nos lleva al 93

España se juega su presencia directa en el próximo Mundial de Qatar en los dos últimos partidos de su grupo de clasificación. Visita Atenas y recibe a Suecia en Sevilla. E inevitablemente la mente retrocede 28 años y viaja al otoño de 1993, cuando la España de Javier Clemente se jugaba su billete al Mundial de EEUU 94 visitando a Irlanda en Dublín y recibiendo, también en Sevilla, pero en el Pizjuán, a la vigente campeona de Europa de la época, Dinamarca. Eso sí, con un mes de diferencia entre ambos choques.

Hay similitudes entre aquella España de Clemente y la actual de Luis Enrique. La primera es que Lucho era jugador importante de la España de Javi a comienzos de la década de los 90. Y si bien Luis Enrique ha iniciado definitivamente un proceso de renovación en la selección española en este año 2021, Clemente hizo lo mismo durante la clasificación para el Mundial de EEUU 94. La selección que se enfrentó a Dinamarca el 17 de noviembre de 1993 en Sevilla, poco tenía que ver con la que había iniciado la clasificación ante Albania, aún con Vicente Miera, en marzo del 92.

Clemente llegó en septiembre tras los Juegos Olímpicos de Barcelona y pese a que de inicio decidió no romper de golpe con la vieja guardia, en unos meses dio un golpe de timón y cambió el armazón de la selección. Hubo un partido clave, el empate a cero en Sevilla, precisamente ante Irlanda, en noviembre del 92. Un año antes de jugarse el billete definitivo a EEUU.

Para ese partido decidió repescar a la pareja titular en los dos últimos Mundiales, México 86 e Italia 90. La formada por Butragueño y Julio Salinas. Junto a ellos, un equipo en el que Míchel y Martín Vazquez partían de los costados, y Amor y Hierro lideraban el mediocampo.

No salió bien, España empató a cero, y aquel partido fue el último de Míchel y Butragueño con la selección. Martín Vázquez fue una vez más, ante Letonia en diciembre, pero Clemente decidió romper con la Quinta del Buitre. Sobre todo, con Míchel y Butragueño que habían liderado la selección en los últimos 7 años. A Sanchís no le llamó nunca y al Buitre solo esa vez.

Clemente optó por un perfil de jugadores más físico y rocoso. La selección se blindó de mediocampo hacia atrás y era habitual ver centrales de lateral izquierdo (Camarasa jugó mucho ahí) y centrales como mediocentros (Nadal y años después Alkorta jugaron mucho en mediocampo). Pero España sí consiguió ser competitiva, eso sí, nunca superó los resultados de la generación anterior. Por lo tanto, todo es opinable y es cuestión de gustos.

Lo que sí fue un hecho fue el partidazo que se marcó aquella España en Dublín el 13 de octubre del 93. Ganó 1-3 con tres centrales, Voro, un Nadal sublime, y Fernando Giner, Paco Camarasa fue el lateral izquierdo. España jugó un partido muy británico para combatir el juego directo de Irlanda sobre Niall Queen.

Caminero se puso el traje de líder por primera vez con la selección española y acompañado por un gran Julio Salinas aquel día, catapultaron a la selección a una de las victorias más recordadas por los milenials de la época. Servidor salió corriendo del instituto para llegar a verlo porque se jugó a medio día.

Pese a esa victoria llegó al último partido ante Dinamarca sin red. Con la obligación de ganar para estar en el Mundial, porque solo las dos primeras se clasificaban. El Pizjuán se llenó y en una noche mágica, España superó todo tipo de adversidades para sacar el partido adelante.

La expulsión de Zubi por derribar a Laudrup nada más comenzar el partido lo puso aún más cuesta arriba. En la segunda parte, un córner botado por Jon Andoni Goicoetxea, lo remató Fernando Hierro a la red de cabeza, con la inestimable colaboración de José Mari Bakero, que obstaculizó a Schmeichel en su salida.

Vasilios Nikakis, el árbitro griego que pitó el encuentro, se hizo el sueco, cosas del destino lo de griegos y suecos, y España tirando de épica y de un extraordinario Santi Cañizares en la portería, selló su billete al Mundial.

Han pasado muchos años, pero la tesitura es similar. Pero lo que no cambia es que firmamos una resolución similar.

Imagen de cabecera: Getty Images

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