Jason Chandler Williams, o ‘Chocolate Blanco’ Williams como le llamaba el gran Andrés Montés, nos regaló 10 años de magia en las canchas de la NBA. Irreverente, anárquico, inconsistente, pero uno de los mayores talentos que hemos visto en la época de la globalización de la NBA.
Si no le has visto jugar, aquí tienes una pequeña muestra de cómo jugaba siempre. Sin filtros, espectáculo puro