En el Real Madrid hay un nombre que suena por encima del resto para abandonar la casa blanca: James Rodríguez. Si se confirma su salida, el colombiano culminará su transformación en Wesley Sneijder, el holandés que calcó la trayectoria de James en el conjunto madridista.
Wesley Sneijder llegó al Real Madrid en el verano de 2007, procedente del Ajax. Tenía 23 años y era una de las grandes promesas del fútbol europeo. Un proyecto de Balón de Oro. Aterrizó en el Bernabéu con buen pie, pronto demostró su calidad con un golazo de falta por la escuadra en El Madrigal en las primeras jornadas de Liga y se fue haciendo importante en el ataque madridista gracias a su manejo de balón con ambas piernas. Acabó el año con 9 goles y 9 asistencias y con el título de Liga en su palmarés. Esa temporada lució el número 23, que cambió en la siguiente por el 10. Una historia demasiado bonita que acabó torciéndose.
Problemas personales, la separación de su mujer, su afición a la noche y derivados (llegó a conocérsele en el vestuario como Whisky Sneijder) acabaron con un notable bajón en el rendimiento del holandés. 2 goles y 2 asistencias resumen un año para olvidar en la carrera de Sneijder. Al llegar el verano, con la llegada de Florentino Pérez, el holandés se marchó al Inter de Mou. Nueve meses después fue campeón de Europa. Pero eso es otra historia.
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A James se le está poniendo cara de Wesley. Llegó al Madrid en 2014, hizo una primera parte de la temporada soberbia, siendo parte importante de las 22 victorias seguidas del Madrid de Ancelotti, pero el colombiano también se aficionó a vivir tras la puesta de sol y durante meses se le vio fuera de forma. Benítez y Zidane no supieron recuperarlo y, según deja ver el técnico madridista, quizás ya sea demasiado tarde para que James pueda triunfar en el Madrid. Si finalmente no se va, tendrá una nueva oportunidad para evitar plagiar el paso de Sneijder por el Bernabéu. Aunque quién sabe, quizás no sea tan mala opción marcharse y en mayo le veamos celebrando otra Champions…