Fueron unos segundos. Yo andaba a la salida de Los Pajaritos tras un partido de play-off. Numancia-Zaragoza. Coincido un momento con Natxo González y de repente aparece, le habla cordialmente, le desea suerte para la vuelta y a mí, sin habernos visto nunca antes, me saluda por mi nombre. Me fui de allí pensando: qué tipo tan educado. Con el tiempo me di cuenta de que era parte de su rutina, ahora, aclamada por los resultados.
Don Jagoba Arrasate ya para muchos, ha labrado su camino sin las alharacas mediáticas que buscan la mayoría. Desde ese día no he vuelto a coincidir con él, pero desde el vilipendio de algunos en San Sebastián siempre me quedé con la copla. Conocer al dedillo el entorno te ayuda a acercarte a dominar todos los factores que te empujan a las victorias. Es parte de un proceso que algunos obvian por soberbia, pero tiene que ver con todo lo contrario.
La humildad con la que ha crecido de la mano de sus equipos se basa en el mayor motor del mundo tras el amor: la verdad. Mirar a la cara al futbolista y decirle la verdad no es sencillo. La mayoría viven amparados en sus burbujas sociales, donde por costumbre sólo escuchan las verdades que quieren escuchar. Pero me consta que en varios casos aun siendo honesto, y a veces duele, ha seguido manteniendo la buena relación con la mayoría de ellos.
Eso le llevó a meter al Numancia en una final de play-off contraprogramando el sentido común en una categoría que por suerte acostumbra a tumbarlo con cierta frecuencia. Y eso le llevó a realizar una segunda vuelta con el CA Osasuna para su último ascenso de un mérito incalculable. Dominaba ya de base el tema físico por preparación diplomática pero los músculos sólo se mueven en dirección y forma si los estimulas como debes.
En la paciencia se encontraron Jagoba y el club navarro y ahora les da la razón. Ha logrado que los que hacían la diferencia no bajen el pistón, que los jóvenes crezcan a ritmo de vértigo, que los fichajes que llegan de nombre raso pasen a capitanes generales si se necesita. Todo ello sin renunciar a su esencia, de la mano de una estructura deportiva que llega hasta donde puede, y con ese autoconocimiento de todas las partes para formar un equipo que presenta batalla allá dónde va. Ahora que la pelota entra guarden en la memoria, para cuando los tópicos y típicos quieran ir a por él.
Imagen de cabecera: @CAOsasuna
