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Fútbol sudamericano

Incertidumbre en Uruguay tras la suspensión del superclásico

La suspensión del superclásico del fútbol charrúa entre Peñarol y Nacional por incidentes violentos generó incertidumbre respecto a la continuación del Campeonato Uruguayo Especial, que deberá dirimirse en la justicia deportiva. El informe confidencial del árbitro del partido, que fue suspendido el domingo antes de inicio, será analizado en la Comisión de Disciplina de la AUF para un proceso que deberá culminar con un fallo esta misma semana, ya que por reglamento no se puede jugar una fecha sin que se haya completado la anterior.

Jorge Casales, presidente de la Mesa Ejecutiva de la AUF, organismo que está un escalón por debajo del Comité Ejecutivo, advirtió que «si no hay un fallo, no hay fútbol el próximo fin de semana». El reglamento establece que en el caso de los partidos suspendidos antes de su comienzo, el club responsable perderá los puntos que iban a estar en juego en favor de su oponente. Si los responsables fueren ambas instituciones, éstas perderán los puntos que iban a estar en disputa en el partido suspendido antes del comienzo.

Los clubes tienen posiciones divididas. Peñarol quiere que el partido se juegue a puertas cerradas el miércoles, Nacional no acepta esta salida y Danubio, que es líder del torneo junto con Nacional, sugirió suspender el campeonato. El presidente de Nacional, José Luis Rodríguez, opinó que «el campeonato debe continuar». «Veremos los reglamentos, pero si el campeonato no se jugara es como darle la razón a los violentos de que pueden ganar la batalla», agregó el dirigente uruguayo.

Nacional, Danubio, Wanderers y Liverpool son los equipos que tienen posibilidades de obtener el título, cuando faltan dos fechas para disputar, más el suspendido encuentro entre Peñarol y Nacional. La violencia dentro y fuera del estadio Centenario, fue provocada por descontrolados hinchas de Peñarol que atacaron a los policías, robaron puestos de venta de alimentos y bebidas y destrozaron butacas. Un video registró el momento en el que un hincha arrojó un botellón de supergas, de 13 kilos, desde lo alto de una de las tribunas hacia las afueras del estadio donde una multitud pugnaba por entrar cuando la policía había cerrado las puertas de acceso.

El Director Deportivo de Peñarol, Juan Ahuntchain, denunció que, previo al encuentro, «referentes» de la barra brava fueron a pedir 400 entradas para el partido pero que se les negó. El presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, lamentó lo que está pasando en el fútbol uruguayo. «Es un desastre. Había que dar señales rápidamente. Todo esto es muy triste. Al fútbol lo estamos matando», dijo. Hoy empiezan a declarar ante la justicia un total de 171 personas que fueron detenidas y entre quienes se encuentran algunos de los cabecillas de la barra brava de Peñarol.

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