Dos partidos, dos victorias, ocho goles a favor y ninguno en contra es el primer balance de Jupp Heynckes en el inicio de su cuarta etapa con el Bayern Múnich, un equipo que ha recuperado la chispa a las órdenes del veterano técnico.
«No todo lo que brilla es oro. Aún así, el equipo ya siente que está pasando algo«, resumió el capitán Thomas Müller las sensaciones tras la victoria de 3-0 sobre el Celtic Glasgow en la tercera fecha de la Liga de Campeones del fútbol europeo. «¡Y queremos seguir mejorando!».
Han pasado tres semanas desde que el italiano Carlo Ancelotti tuvo que hacer las maletas por malos resultados. Y solo una y media desde que Heynckes dejara a los 72 años su merecida jubilación para hacerse cargo de un equipo sin norte, que acababa de ser humillado por 3-0 por el Paris Saint-Germain (PSG).
El triunfo del miércoles en la Champions se sumó al festival de 5-0 que propinó el Bayern al Freiburg el sábado en la Liga y marcó ya una cierta continuidad en el conjunto, al que Heynckes sometió a un intenso trabajo -futbolístico y sobre todo mental- nada más llegar.
«Creo que hemos mejorado algunas cosas. La tendencia es buena», valoró el extremo holandés Arjen Robben, al que el miércoles se lo vio defender con el mismo fervor con el que avanzaba hacia el arco.
Pero Heynckes no se dio por satisfecho del todo. «El equipo jugó bien gran parte del partido pero tuvimos muchas ocasiones que no aprovechamos y al final nos dejamos estar«, criticó el entrenador que alzó trofeos de Champions en 1998 con el Real Madrid y en 2013 con el Bayern.
Las primeras medidas aplicadas por Heynckes están dando frutos. Los bávaros no dejan escapar ventajas de dos goles como lo hicieron ante el Wolfsburgo y el Hertha en la Liga, quedando empatados por 2-2.
El equipo necesitaba «un reinicio», comentó el goleador polaco Robert Lewandowski. «El técnico tiene ideas muy claras sobre la disciplina, la dedicación y el servicio al equipo. Esto está funcionando muy bien y los chicos están respondiendo de forma excepcional«, comentó el director deportivo Hasan Salihamidzic.
Müller volvió a brillar bajo Heynckes con su gol número 40 en la Champions, mientras que Joshua Kimmich y Mats Hummels allanaron con sus tantos el camino hacia los octavos de final que los bávaros podrían sellar en el partido de vuelta en Glasgow.
Heynckes, sin embargo, no ahorró críticas. «Tenemos que estar atentos del primer al último minuto y trabajar en la defensa», lanzó en dirección al futuro.
Al Bayern le esperan semanas duras en las que será puesto a prueba el «efecto Heynckes». El sábado visita al Hamburgo y después se ve las caras dos veces, en la Copa y en la Liga, con el ascendente Leipzig. Le seguirán el duelo de Champions en Glasgow y el clásico con el archirrival Borussia Dortmund.
«Después podré trazar un primer balance«, dijo Heynckes. «Para tener éxito hay que cambiar cosas. Eso lleva tiempo».
El técnico no quiere hacer experimentos en esta primera fase y confía en un equipo titular estable con un eje que va desde Jerome Boateng y Hummels en la zaga, pasando por Thiago y llegando hasta Müller, Robben y Lewandowski en la punta. Algunos de los pilares del equipo como Robben celebran la decisión. «No es bueno rotar demasiado».
Heynckes espera que sus pupilos den lo mejor de sí en estas intensas semanas por venir. «Son profesionales de alto rendimiento, pueden jugar tres partidos por semana sin problemas«.
El regreso de Heynckes ya hace soñar a los bávaros con nuevos títulos. «Para ganar trofeo hace falta en el equipo esta química, esta asociación. No tenemos que ser 22 o 23 amigos, pero tenemos que poder fiarnos los unos de los otros«, opinó Robben. Estas sensaciones ha vuelto a despertar Heyncke. El héroe del histórico «triplete» de 2013 está de regreso.
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