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Motociclismo

Hay que ser valientes

“Cuando crees que conoces todas las respuestas, el universo se empeña en formular nuevas preguntas”. Una cita, que más que cita es una lección de vida, que el escritor y creador de Pulseras Rojas, Albert Espinosa, utiliza en una charla organizada por un famoso banco sobre la vida, la superación y esa maldita enfermedad llamada cáncer que se empeña en arruinársela a mucha gente.

Espinosa, que perdió una pierna, un pulmón y parte del hígado en edad adolescente a causa de esta enfermedad, es un ejemplo de superación para todas esas personas que, diariamente, se ven sometidas a nuevas preguntas para las que, por desgracia, en ocasiones nos encontramos sin respuestas. Porque, a menor escala, por supuesto, todos nos enfrentamos a problemas para los que nos vemos sin solución, y como dice el escrito en la charla, que, por supuesto os encomiendo a ver, tenemos que encontrar la parte positiva para poder resolver.

Marc Márquez sabe a la perfección lo que significa la palabra superación. Nueve agónicos meses en los que su hombro formulaba día a día nuevas preguntas para las que el de Cervera no encontraba respuestas. Y eso, para una persona que ha batido todos los récords y, probablemente seguirá batiendo, sobre una moto a más de 300 kilómetros por hora, es mucho decir. Tras su caída en Jerez, el ‘93’ tuvo que asimilar que se perdería la próxima carrera. Después, se convirtieron en varias citas. A continuación, toda la temporada. Y finalmente, parte de la próxima campaña. Por si fuera poco, necesitaría prácticamente otra temporada completa para volver a ser el de siempre.

Pero ya lo es. Si bien en cuanto a actitud y a mentalidad positiva siempre fue el mismo, sobre la pista hemos tardado casi una temporada completa en volver a ver al Marc Márquez dominador que ha ganado ocho campeonatos del mundo. ¿Dónde regresó? ¿Dónde encontró respuesta a su pregunta sobre si iba a volver a ser el de antes de la lesión? Pues como no podía ser de otra forma, en Austin. El 21 de abril de 2013, en ese trazado, entró en la historia de MotoGP. Y el 3 de octubre de 2021, también en el Circuito de las Américas, demostró que no parará hasta ser el más grande de todos los tiempos.

La demostración de superioridad de Márquez en COTA frente a un Fabio Quartararo llamado a ser el sucesor del de Cervera, y a un Pecco Bagnaia con la moto más rápida de la parrilla y que llegaba de ganar dos grandes premios consecutivos; respondió a la pregunta que todos nos hemos hecho durante estos meses: ¿volverá a ser el mismo? Pues no solamente eso, sino que cuando superas las adversidades que la vida te pone delante, vuelves mucho más fuerte. La sonrisa de Marc en el parque cerrado me recordó a la de 2013, y no se me ocurre una respuesta más contundente que esta.

Tendemos a hacernos demasiadas preguntas. Cuestiones que, aunque no consigamos ver con claridad, habitualmente tenemos su respuesta ante nosotros. Tan solo necesitamos abrir los ojos. Dicen que no hay ninguna victoria como la primera. Se equivocan. También dicen que no queremos a ninguna mascota como a la primera. Se equivocan. Acostumbran a decir que no hay ningún amor como el primero. Y, por supuesto, se equivocan. Solo tenemos que encontrar respuestas diferentes a preguntas que ya creíamos resueltas y, entonces, y solo entonces, conseguiremos ser felices.

Como demostró Marc: es necesario creer y no rendirse nunca. Y como dijo Albert Espinosa: “en la vida y en el amor hay que ser valientes”.

Imagen de cabecera: Marc Márquez

1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.

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