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Fórmula 1

Hamilton se divierte

El Gran Premio de China ha dejado claro quién tiene la sartén por el mango y quién baila al son que marcan otros. Lewis Hamilton ha hecho lo que ha querido con Rosberg, y a su vez Mercedes con Ferrari. Desde el viernes hasta el domingo, Lewis ha dominado sin problemas, e incluso ha podido elevar en casi dos segundos su ritmo cuando la cercanía de los Ferrari ya dejaba de ser graciosa.  Por mucho que intenten taparlo, Mercedes tiene el mundial en la mano, y con Rosberg interpretando a la perfección un papel que ya tuvieron antes pilotos como Barrichello o Webber, parece que el tricampeonato de Lewis Hamilton solo es cuestión de tiempo.

Por detrás más de lo mismo, Vettel sigue haciendo todo lo que tiene en su mano y logra debutar en Ferrari con tres podios consecutivos, cosa que también logró su compañero Raikkonen en 2007. Williams sigue posicionada en tierra de nadie como tercer mejor equipo, lejos de Ferrari pero también lejos del pelotón que lucha por ser la cuarta potencia. Ahora mismo en esa posición se sitúa Sauber, que de nuevo ha vuelto a puntuar con ambos coches, destacando la actuación sólida de Nasr que fue octavo. Aunque cabría pensar que en rendimiento puro el cuarto mejor equipo de la Fórmula 1 actual es Toro Rosso, que este Gran Premio se ha ido a casa sin puntuar debido a las deficiencias de su mecánica Renault. Primero fue Carlos Sainz, quien ya había trompeado en la vuelta 2, el afectado, y casi acabando la carrera le tocó a Max Verstappen quedar eliminado de la prueba cuando iba octavo. Ya van dos veces que la poca fiabilidad arruina unos puntos seguros del joven holandés, lo que junto a las desgracias, una por carrera, de Carlos Sainz hace que Toro Rosso sea con diferencia el equipo que menos puntos ha sumado en función a su rendimiento.

 

 

En esta carrera también hemos podido ver los primeros puntos de Lotus merced a Romain Grosjean, que ha sido séptimo. Bien pudieron ser más, pero a Maldonado le salió la cara B, o más bien la A, cuando estaba rodando como casi nunca. Primero una absurda pasada de frenada entrando a boxes, luego un estético pero desastroso trompo y finalmente un accidente con Button que, si bien no ha sido su responsabilidad, también responde a eso de estar donde nadie te llama, es decir, peleando con McLaren. Los de Woking siguen mejorando, aunque cada vez es más difícil mantener la paciencia. Lo cierto es que el rendimiento ha crecido mucho respecto a Malasia, a pesar de que debido a la configuración de este circuito no se esperaba un gran aumento de prestación. Tal vez en Bahrein el equipo pueda progresar aún más, aunque los primeros puntos no deberían llegar hasta la entrada en Europa con el Gran Premio de España.

 

 

Pero sin duda el gran fiasco de la carrera ha vuelto a ser Red Bull. Los antiguos dominadores de la Fórmula 1 se ven cada vez más apurados incluso para puntuar, siendo constantemente superados en prestación por unos Toro Rosso que ya le han perdido hasta el respeto e incluso se atreven a atacarles. Kvyat se quedó pronto fuera de carrera por el enésimo fallo mecánico de Renault, aunque la prueba no pintaba muy halagüeña para él dado que estaba peleando con los McLaren. Ricciardo por su parte fue el único en salvar la cara del equipo, reponiéndose de una mala salida y consiguiendo alcanzar la novena posición que otorga un par de puntos a Red Bull.  En cuanto a Manor, completaron la carrera con los dos coches, aunque hasta que no pongan en pista el monoplaza de 2015 su presencia será meramente testimonial. Will Stevens logró superar sorprendentemente a Roberto Merhi, que podría despedirse del equipo después del Gran Premio de Bahrein si no llega un patrocinador que le afiance al asiento. En solo siete días, en mitad del desierto árabe, la última carrera antes de que la Fórmula 1 regrese a Europa.
 

Montijo, 1991. Periodista. Extremeño y culé que pasa la vida en tierra hostil. La Fórmula 1 no es un deporte, ni falta que hace. Messi es un perro.

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