El jugador del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, tuvo un gran detalle con Hugo, hijo del gendarme francés que fue asesinado en la puerta de su casa el pasado 13 de junio por un yihadista, al regalarle el balón con el que se disputó el último partido de Francia.
El terrorista, que también mató a la madrastra del niño con un cuchillo, se grabó en la escena del crimen declarando su fidelidad al Estado Islámico.
El Gobierno francés ha dedicado varias conmemoraciones a la pareja de gendarmes, que tuvo un funeral de estado tras un caso que ha conmovido a Francia.