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Granit Xhaka: de potro a gunner

Mirando seis años atrás, recordamos a un alemán, Thorsten Fink, haciendo debutar a dos hermanos muy jóvenes en la primera plantilla del FC Basilea. Aquellos dos hermanos, podrían protagonizar este verano algo parecido a lo que ocurrió en 2014 con Jerome y Kevin P. Boateng, que se crucen en un duelo de selecciones, en un gran torneo. Mientras la participación de Granit es más que segura con Suiza, es complicado saber si Taulant será de la partida el día que Albania y Suiza se enfrenten cerrando la primera jornada del Grupo A. Porque Taulant, el hermano mayor, decidió representar a sus orígenes y tras estar en las categorías inferiores de Suiza, a la hora de elegir selección absoluta se postuló a favor de los albaneses.

Lo han adivinado. Hablamos de los hermanos Xhaka. Uno, el mayor, es quien acumula títulos en su palmarés, pero es menos conocido. El otro, el pequeño, protagonista de nuestro artículo, es el que ha cambiado más veces de equipo y el que más nombre se ha hecho dentro del fútbol continental. Estos días se ha confirmado el traspaso de Granit al Arsenal, al que llega tras pasar cuatro años al amparo de los ‘potros’ del Borussia Mönchengladbach. En Alemania, Granit se convirtió en un ídolo. Su llegada coincidió con el regreso de Marco Reus a Dortmund tras jugar varias temporadas con el Gladbach. Los ‘potros’ habían perdido a un futbolista de mucha calidad, pero habían firmado a uno que estaba en proceso de convertirse en un futbolista top. Y su fichaje no defraudó a nadie.

En estos últimos años, Granit fue de menos a más. El fútbol alemán siempre ha estado vinculado a la carrera de Granit. Un entrenador germano fue quien le hizo debutar, el último año que jugó en el club de su ciudad también lo entrenaba un alemán y fue contra un club de la Bundesliga contra el que disputó su última eliminatoria europea siendo jugador del FC Basilea. Sin embargo, este último recuerdo es algo triste, ya que los suizos cayeron eliminados por el Bayern Múnich tras ganar 1-0 en St. Jakob-Park, con Sommer, Shaqiri, Xhaka, Steinhöfer, Abraham, Joo-Ho Park o Fabian Frei como compañeros, jugadores que han estado o están en la Bundesliga. Tras aquella sonada victoria, en la vuelta el Allianz Arena fue testigo de un 7-0. El sueño del FC Basilea se acababa en octavos de final y el Bayern Múnich seguiría avanzando hasta la final, en la que cayó con el Chelsea en los penaltis.

 

Pero bueno, lo de Granit Xhaka con el club de «su ciudad» fue una historia de amor que acabó en tragedia. Luego, en el Gladbach, poco a poco iba haciéndose con un puesto. Tanto, que la segunda mitad de su estancia en Alemania, todos sus partidos de liga los jugó como titular: 58 de 64 partidos de Bundesliga, 14 partidos entre Champions o Europa League y 6 de DFB Pokal. Estos datos dan a entender la importancia del suizo de origen albano-kosovar en las dos últimas temporadas del Borussia Mönchengladbach y lo mucho que pierde el BMG con su salida. Un jugador del centro del campo. Bien como mediocentro, pivote o jugador ofensivo, pero siempre en el centro. Los Potros se movían al ritmo que quería Granit, al ritmo de un jugador de mucha calidad.

Muchos sueños tenía el Borussia antes de iniciar la pasada temporada y con el inicio de los partidos oficiales se fue convirtiendo en pesadilla. Inició la 2015-16 disputando tres competiciones y en enero se vio solo con partidos de Bundesliga, ya que había caído eliminado en la Fase de Grupos de la Champions y fue apeado en DFB Pokal en 3ª ronda tras comenzar ganando la eliminatoria ante el Werder Bremen. Ahí estaba Xhaka. Dolió mucho el inicio de la Bundesliga, con seis derrotas en los seis primeros encuentros de la competición nacional. El Internacional suizo no estuvo en todos esos partidos del inicio, pero sí en los siguientes, en los que los Potros consiguieron encadenar seis victorias consecutivas y en los que Granit aportaba goles y muy buenas actuaciones. Fue un inicio duro. Xhaka tenía un escudero, el alemán de origen sirio, Mahmoud Dahoud, su pareja en el centro del campo y una de las revelaciones de la recién terminada Bundesliga 2015-16. ¿Qué pasó? Pues no se sabe. Hubo cambio de entrenador y todo empezó a ir como se esperaba, o incluso mejor. Xhaka y los suyos devolvían al club al lugar que se merecía, la zona alta de la clasificación.

 

A partir de ahora, tras la Eurocopa, Granit Xhaka dejará de ser un ‘potro’ y se convertirá en un gunner. Pasará de tener escudero a ser un escudero. De tener a Mahmoud Dahoud como complemento, a ser el complemento ideal para Mesut Özil en el club de Londres. Y eso no es nada nuevo para Granit. Él salió de la nada gracias a un entrenador alemán y se ha hecho un nombre en el fútbol continental gracias a un club de la Bundesliga. Su presente y su pasado están muy vinculados, directa o indirectamente a Alemania y eso le ha hecho más fuerte. Casualidad es que no es un futbolista que marque muchos goles, o sea de los mejores asistentes de la liga. Pero siempre está ahí. Puede que robe el balón o que inicie él la jugada.

Los aproximadamente 25 millones de euros gastados por el Arsenal para contratar a Granit son una buena inversión de futuro. Nadie duda de que su valor de mercado va a crecer los próximos años. Y es que todavía tiene 23 años. En septiembre cumplirá 24. Tiene toda una carrera por delante. Desde los 16 años está en el fútbol profesional de primer nivel, jugando en una primera división y en competiciones europeas. A estas alturas de su vida ya el camino está hecho, ahora hay que mantenerse. Los gunners le disfrutarán en la Eurocopa primero y luego con sus colores. Le disfrutarán, le aplaudirán, le amarán. Porque Xhaka es así. Y si por alguna casualidad se diera un enfrentamiento entre Mönchengladbach y Arsenal en competición europea, la afición de los Potros se pondría de pie y le aplaudiría a rabiar. Porque el suizo es así, un jugador de esos con clase, que habla más dentro del campo.

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

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