Síguenos de cerca

FC Barcelona

Nace la leyenda

La retirada de Gerard Piqué es algo que todos veíamos más cerca que lejos. Ya no solo por una cuestión de edad, sino también porque sabíamos que cuando no se sintiese importante colgaría las botas. Él mismo lo dijo tras el 2-8 contra el Bayern. Sin embargo, ha llegado el momento y muchos estamos en shock. En parte, por lo rápido que se ha fraguado todo. No ha habido filtraciones y este mismo sábado, sin apenas tiempo para haber digerido la noticia, veremos al central por última vez vestido de corto en el Camp Nou.

Pero, por supuesto, ese no es el único motivo. De hecho, no es el que más pesa. Lo más importante es es el legado que deja. Tengo 23 años y he crecido viendo a Piqué. No creo que suceda, pero si dentro de unos años alguien me pregunta por los mejores defensas que he visto, hablaré de Piqué. Es una de aquellas personas amada por unos y odiada por otros, pero lo que no genera debate es su nivel y su trayectoria profesional: es uno de los mejores centrales del siglo.

Gerard Piqué dice adiós tras 19 temporadas como profesional en las que, salvo en el tramo final de su carrera, se ha lesionado pocas veces. Piqué puede decir que ha vivido el pack completo: ‘ha disfrutado de la vida’ y ha tenido una salud espectacular. Y la constancia, evidentemente, es un factor clave cuando hacemos el balance de una trayectoria. En estas casi dos décadas, Piqué ha levantado la friolera de 37 títulos. Entre ellos, 1 Mundial, 1 Eurocopa, 4 Champions League, 8 Ligas, 7 Copas del Rey y 1 Premier League. Pero incluso más importante que el palmarés es el enorme peso que ha tenido en casi todos estos títulos. Son éxitos que no se explican sin la pareja que formó con Puyol, Ramos, Mascherano… Un futbolista clave.

También será recordado por el tipo de central que era. No era el más fuerte ni el más rápido, pero sí era el más inteligente y al menos a un servidor le encantan esa clase de defensas. Futbolistas que representan el arte de defender. Los muchos duelos que ha tenido con Cristiano Ronaldo son paradigmáticos. El luso era mucho más potente que él en lo físico, pero pocos centrales eran capaces de minimizarlo como Piqué. Su capacidad para leer la jugada y para intuir lo que iba a hacer el delantero solo se explica por su clase.

Cuelga las botas un jugador que en su adiós, por encima de todo, ha sido fiel a sí mismo. «Desde muy pequeño no quería ser futbolista, quería ser jugador del Barça», dice en su vídeo de despedida. Logró llegar al primer equipo, se convirtió en una leyenda y cuando vio que ya no era importante, lo dejó. Podría haber alargado su carrera en otro equipo, pero su motivación era jugar en el Barça. Podría haber terminado su contrato, pero quiere dejarlo ya aunque eso suponga renunciar a lo que le quedaba por cobrar. Como él mismo dice, nadie le dirá lo que tiene que hacer.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre FC Barcelona