El partido más esperado de la fase de grupos del Mundial de Rugby terminó con sorpresa tras un apasionante final. La selección de Gales, lastrada por las lesiones, consiguió imponerse a sus grandes y clásicos rivales de Inglaterra, que actuaba como equipo local en el icónico estadio londinense de Twickenham.
En un partido muy físico y en el que Inglaterra anduvo siempre en ventaja gracias al ensayo de May y las patadas de Owen Farrell, Gales consiguió vencer en los últimos diez minutos por la mínima. Primero, con un espectacular ensayo del medio melé Davies tras una carrera y patada de Lloyd Williams que puso el empate; luego un golpe de castigo convertido por el apertura Dan Biggar, que anotó 23 puntos, dio el gran triunfo a Gales.
Los galeses prácticamente encarrilan el pase a cuartos de final e Inglaterra se tendrá que jugar la clasificación en un partido a vida o muerte el próximo sábado contra Australia.