En Colombia se iba a disputar un partido de la Copa Águila 2017 entre el Real Cartagena y el Jaguares de Córdoba. El partido se suspendió, porque al llegar el autobús del Real Cartagena, unos aficionados lo apedrearon y, a consecuencia, uno de los futbolistas quedó herido.
Según denuncia el club de la ciudad de Cartagena de Indias, que actualmente milita en la Primera B colombiana, no es la primera vez que son víctimas de actos vandálicos o de amenazas y esta vez ha sido la gota que colmó el baso. Wilmer Palacios, defensa de 26 años, fue el futbolista que tuvo que ser atendido por los servicios médicos.