Cada 15 años el Ajax de Amsterdam alumbra una generación que gana o roza la Copa de Europa. Desde finales de los años 60 hasta nuestros días, el Ajax es capaz de generar cada cierto tiempo uno de esos equipos que se recuerdan por su fútbol vistoso de intercambio de posiciones permanente con extremos y centrocampistas totales que llegan al gol con una facilidad pasmosa.
El último Ajax que deslumbró a Europa lo tenemos aún muy reciente y data de la temporada 2018-19. En el actual aún permanece algún jugador brillante de aquel equipo como Dusan Tadic y asoman otros proyectos de estrella como el brasileño Antony Matheus. Veremos como acaba este Ajax 21-22 porque tiene muy buena pinta.
La generación anterior, fue subcampeona de la Europa League en 2017 y rozó la final de la Champions en 2019, deslumbrando en escenarios como el Santiago Bernabéu o el Juventus Stadium. Un tanto de Lucas Moura en el minuto 96 en la vuelta de las semifinales en el Amsterdam Arena, ante el Tottenham, le privó de volver a una final de la Copa de Europa 23 años después de la última vez. En 1996 ante la Juventus de Turín en Roma.
https://www.instagram.com/p/CYtosrLuh9X/
Sin embargo, casi tres años después de aquella Champions y con la excepción de Ziyech en el Chelsea, aunque también le está costando, ninguno de aquellos jugadores que deslumbraron al mundo, está triunfando plenamente fuera del ecosistema Ajax. De Ligt en la Juve, Frenkie de Jong en el Barça o Van de Beek en el United, son cuestionados de una forma u otra.
El Ajax siempre fue un club que vendió sus jóvenes talentos muy pronto. Eso ya sucedía a comienzos de la década de los 70 y no ha cambiado. Pero al resto de Europa le cuesta entender al mundo Ajax fuera de Amsterdam y sus circunstancias. Tras la victoria del Barça en Vitoria, Frenkie de Jong elevó la voz diciendo que no juega tan mal como se dice. Frenkie era un espectáculo en el Ajax, jugó hasta en cuatro posiciones distintas y con libertad para llegar, se convirtió en unos de los mejores centrocampistas de Europa en 2019, con tan solo 21 años.
Es posible que la diferencia y principal problema cuando dan el salto a un grande de Europa sea el rol. En la Eredivisie el Ajax pelea o gana la Liga casi por inercia, y en Europa cuando hay un buen Ajax, todo son halagos, la vista y la memoria se va directamente a los Cruyff, Krol, Neskens, Van Basten, Rjkaard, Bergkamp, Kluivert, Seedorf o los hermanos De Boer, y la crítica y el imaginario popular comienza la rueda de comparaciones, a ver quién de los jóvenes talentos nuevos recuerda a los predecesores que enamoraron a una generación distinta cada 15 o 20 años.
Fuera de allí, en los otros grandes clubes europeos, la gente olvida su procedencia y el elogio rápido y exige rendimiento inmediato. Y en el fútbol, dos más dos no siempre son cuatro. Para tener el rol de líder en el campo que tenían jugadores como De Ligt o De Jong en el Ajax, con menos de 25 años, quizá necesiten tres o más años en una Juve o un Barça para poder aspirar a algo similar. Y eso jamás se tiene en cuenta en un fútbol cada vez más alejado de sus raíces y superficial en su análisis.
Sin comparar a los jugadores por sus características, para que De Ligt pueda tener el peso de Bonucci o Chiellini y Frenkie De Jong el que tuvieron Xavi o Iniesta, hace falta mucho más tiempo. Y mucha paciencia. Porque dos más dos no siempre son cuatro, pero tampoco son diez. Con tiempo, paciencia y valorando lo que sí aportan ya, que suele ser mucho más de lo que se reconoce, en un tiempo razonable pueden acercarse a su mejor versión que ya vimos cuando estaban casi en edad juvenil.
No todos serán Cruyff o Van Basten, pero conviene tener un plus de paciencia con unos futbolistas que pusieron de pie a Europa cuando a esa edad la mayoría de chavales futbolistas, y fuera del ecosistema Ajax, buscan acomodo en equipos de inferior categoría con la esperanza que algún día les cambie su destino futbolístico.
Imagen de cabecera: Getty Images
