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Fútbol Internacional

Foden y Mount: la revolución británica

Dos niños rebeldes copan las portadas en Inglaterra. Ejemplos de que nada es imposible, empeñados en hacer realidad sus sueños y brillar con el escudo que han sentido desde que nacieron, Phil Foden y Mason Mount, historias paralelas, triunfan hoy en los equipos de sus vidas. El mundo mira las perlas de Manchester City y Chelsea; Inglaterra entera ya se frota las manos imaginando la gloria veraniega.

Vamos por partes. Hace años que el nombre de Phil Foden, custodiado y mimado bajo la dirección de Pep Guardiola, resuena por los aledaños del Etihad Stadium. Un crío que rebosa talento y desparpajo y que, en su zurda, esconde un arma que muchos anhelan y todos temen. Este año, el nuevo dragón ha terminado de salir de su huevo y ya se ha convertido en indiscutible para los citizen, entidad con la que inició una relación de amor eterno cuando todavía daba sus primeros pasos en este mundo. 

«Phil es el jugador más talentoso que he visto en mi carrera de entrenador». Esas palabras salieron de la boca de Guardiola en 2019. Su protegido, nacido en Stockport, a once kilómetros de Manchester, es uno de aquellos casos de los que se dice que “nació abrazado a un balón”. Descendiente de una familia de aficionados al City, Foden se unió a las filas de la academia del club con tan solo cuatro años. El Manchester City crió al Foden niño, educó al Foden adolescente y, ahora, con el exótico ‘47’ en la espalda, le está convirtiendo en hombre. 

Algo parecido pasa si viajamos a Londres. En una época en la que la Premier League parece dispuesta a reivindicar el talento local y contar historias románticas de clubes y jugadores, Mason Mount es el jugador que concentra todas las esperanzas del Chelsea FC. ‘Blue’ desde los seis años, Mount creció en la academia del club mientras, cuando podía, se tomaba fotos con sus ídolos David Luiz, Ashley Cole o John Terry. Hijo predilecto de la entidad londinense, el joven inglés tuvo que emigrar antes de triunfar en el club de sus amores.

Después de ser elegido MVP del Europeo sub-19 de 2017, donde Inglaterra campeonó, Antonio Conte debió pensar que Mount no estaba aún preparado para dar el gran salto al primer equipo. Un año cedido en Holanda, donde anotó 9 goles en las filas del Vitesse, no le bastó para convencer a Maurizio Sarri cuando este aterrizó en el banquillo de Stamford Bridge. El italiano mandó a Mount a hacer de nuevo las maletas, esta vez destino al Derby County, de la Championship, entrenado por Frank Lampard. Pese a quedarse a las puertas del ascenso a la categoría reina del fútbol británico, la satisfacción de la leyenda ‘blue’ fue tal que, cuando recibió la llamada para dirigir al Chelsea, no dudó en llevarse a Mason Mount de la mano. Dicho y hecho. En verano de 2019, Mount tuvo por fin su gran oportunidad. Y no la desaprovechó. 

Pasadas las semifinales de la Champions y habiéndose ganado la condición de imprescindibles en plantillas repletas de estrellas y acostumbradas a fichar cromos a base de golpes de talonario, Foden y Mount se han instalado en la cresta de la ola y están decididos a no bajar de ella. Un dato resume a la perfección la responsabilidad que han adquirido en sus respectivas escuadras: Foden, con 46 participaciones, es el segundo jugador con más partidos disputados del City, solo superado por los 49 de Rodri; Mason Mount y sus 49 bailes le valen para ser el hombre más usado en las filas del Chelsea. En ellos, sus entrenadores han encontrado piezas polivalentes que pueden rendir en distintas posiciones del terreno de juego. Por no ir más lejos, Mount, pese a ser un jugador con clara vocación ofensiva, ha disputado partidos en ambos laterales, mientras que Foden ha actuado en todas las posiciones del centro del campo y del ataque, siendo en ocasiones puntuales el falso nueve de Pep. 

Phil, siempre con cara de niño que está a punto de cometer una travesura, ha encontrado en la izquierda su encaje perfecto dentro del esquema de Guardiola. Con una capacidad asociativa fuera de lo común y una técnica individual descomunal, el pequeño diablo citizen alterna el toque rápido con chispazos individuales para aprovechar su velocidad, regate y gol. En la campaña de su eclosión definitiva, Foden suma dobles dígitos en goles (14) y asistencias (10), siendo uno de los jugadores más productivos del equipo. En el otro lado, Mount se ha adueñado de la mediapunta ‘blue’, compartiendo posición con Havertz y cayendo más al costado izquierdo. Desde esa zona Mount puede organizar y mover al equipo sin dejar de lado una de sus grandes virtudes, su llegada al área: esta temporada ha convertido nueve tantos, además de asistir en ocho ocasiones.

En el horizonte, la gloria europea les espera a ambos. Solo uno levantará la Champions a final de esta temporada, pero los dos han conseguido ya los elogios de toda Europa. Phil Foden y Mason Mount, que de pequeños soñaban triunfar con el Manchester City y el Chelsea, son hoy primeras espadas de los equipos de su vida. Pasada la final de la Champions, toda Inglaterra se aferra a sus precoces talentos y flirtea con la posibilidad de conseguir levantar la Eurocopa por primera vez en su historia.

Estad alerta, que los niños rebeldes han llegado y tienen ganas de hacer travesuras. La revolución británica ya está aquí.


Imagen de cabecera: ImagoImages

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