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Fútbol femenino

Fiamma Benítez, aprovechar la oportunidad

Es la única futbolista de la convocatoria nacida en el 2004. La más joven de un grupo ya de por sí joven. En Australia disputaba su tercer partido internacional con la selección absoluta, y no desaprovechó los 20 minutos de los que dispuso, anotando un golazo desde la frontal, colocando el balón en la mismísima escuadra.

Fiamma Benítez tiene 18 años, pero no lo parece. Ni por su contextura, ni por su madurez para hablar dentro y fuera del campo. Nacida en Dénia (Alicante), pero de padres argentinos que emigraron a España, comenzó a jugar a fútbol sala en el colegio con apenas siete años, pasando después a formar parte de la Escuela Municipal de Fútbol Base Dénia. Allí permaneció hasta los 14, edad en la que chicos y chicas separan sus caminos.

Fue entonces cuando aterrizó en el Levante (en detrimento del Valencia, en sus propias palabras: «por la filosofía del club») pasando por los dos equipos filiales antes de debutar en Primera División el 3 de octubre de 2020 frente al DUX Logroño, en la primera jornada de la temporada post-pandemia. ¡Tenía 16 años! Empezó a formar parte del primer equipo a la misma vez que Paula Tomás, Silvia Lloris, Nuria Martínez, Mar Segarra o Andrea Okene, todas de la mano de María Pry. «No esperaba estar aquí tan rápido», reconocía la alicantina, que empezó a ser una revulsiva habitual saliendo desde el banquillo. Un esguince en su tobillo izquierdo frenó su progresión en la segunda mitad de campaña, reapareciendo a principios de mayo. En junio jugó su primer partido como titular, en el 4-0 endosado al Athletic, dando una asistencia de lujo entre líneas a Claudia Zornoza para marcar el tercero. Acabó la temporada a lo grande, saliendo de inicio también en el derbi valenciano (estrelló un cabezazo en el larguero) y disfrutando de minutos ante el Atlético, partido en el que sufrió una fuerte contusión en la rodilla.

La mejor noticia llegaba en forma de contrato: en julio se anunciaba que Fiamma tendría ficha del primer equipo de cara a la 21-22. Además, ya era una fija para Pedro López en la sub-19, y tenía cada vez más claro que su futuro pasaba por ser internacional absoluta con España (desechando la opción de Argentina, país de sus padres). La marcha de María Pry y la llegada de Ángel Villacampa disminuyó considerablemente su participación sobre el verde (apenas disputó 18 minutos hasta febrero). Entonces, en un partido aplazado ante el Rayo Vallecano, Villacampa tiró de juventud tras una mala racha de resultados. Le salió de fábula: Silvia Lloris marcó dos goles, Erika González firmó el tercero y Fiamma Benítez se salió con dos asistencias y disputando el partido completo.

A partir de ese momento se convirtió en una más. Fue titular en otros cinco partidos, le marcó cuatro goles a Rumanía en un partido de clasificación para el Europeo sub-19, y fue nombrada mejor jugadora del partido ante el Betis, donde el Levante ganó 1-4 para acceder a los cuartos de final de la Copa de la Reina. No volvió a quedarse sin minutos en ningún encuentro hasta el final de curso. El Levante tenía una joya a la que sacar mucho brillo.

Quizá por eso sorprendió su adiós. En verano, Fiamma Benítez dejó el Levante y fichó por el Valencia. El club granota la despidió de forma muy elegante en redes sociales, y la alicantina hizo lo propio en las suyas. El club che, que lleva años apostando fuerte por jóvenes futbolistas, le ofreció un contrato por dos temporadas y la posibilidad de contar con más minutos. Nunca sabremos si con José Luis Sánchez-Vera habría disfrutado del mismo protagonismo, pero lo cierto es que el técnico madrileño está dando galones a jóvenes como Andrea Tarazona (18), María Méndez (21), Paula Tomás (21), Silvia Lloris (18) o Érika González (18, seis goles esta temporada).

En Valencia, fruto de la regularidad de la que ha disfrutado, Fiamma Benítez ha explotado definitivamente. Solo se ha perdido un partido en lo que llevamos de temporada y ha sido titular en 17 de los 19 encuentros que ha disputado. Marcó su primer gol en Primera División frente al Alavés (en el primer minuto de partido, con un zapatazo llegando desde atrás), pero su gran noche fue en Mestalla, precisamente en el derbi ante ‘su’ Levante. Aquel día dio tres asistencias a Asun Martínez, dos de ellas en el añadido, para certificar la victoria de su equipo por 4-2. Fue la última derrota del Levante en Liga F, allá por mediados de noviembre.

Campeona del Europeo sub-19 y del Mundial sub-20 el pasado verano, el siguiente paso era la absoluta. Su buen hacer en el Valencia le abrió las puertas en noviembre, debutando precisamente ante Argentina, la tierra de su familia. El choque ante Jamaica en la Copa de Naciones celebrada en Australia era la tercera internacionalidad de Fiamma. Saltó al campo en el 61′ y revolucionó el ataque español. Provocó tres ocasiones claras de gol, dos de ellas en jugadas individuales por dentro que acabaron en disparos demasiado cruzados. A la tercera fue la vencida: recibió de Salma Paralluelo en la frontal y clavó el balón en la escuadra con una parábola magnífica. Aún le dio tiempo a provocar una tarjeta amarilla antes de marcharse lesionada.

Sus 20 minutos, además de ser escandalosos, confirman la necesidad de una futbolista de estas características en la Selección. Una mediapunta de toque exquisito, con una capacidad innata de romper líneas desde la conducción o con un último pase, y con un golpeo que levantó de sus asientos al público presente en el Central Coast de Gosford. Ya sea de inicio o como revulsiva, todo indica a que la joven alicantina ha aprovechado la oportunidad. Ella misma se lo ha buscado.

Foto principal: @Sefutbolfem

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