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Fútbol sudamericano

Fernando Gago, la eterna sombra de Redondo

El incio de Fernando Rubén Gago en el fútbol comienza con el Club Social Parque. De las categorías inferiores de este club pasa a las del Club Atlético Boca Juniors. Con dicho equipo, su debut se produjo el 5 de diciembre del 2004. Con 18 años, Gago cumplía su sueño de debutar en el equipo del que era hincha desde pequeño. Pero no fue hasta con la llegada de Alfio Basile, que se hiciera con el dorsal cinco y comenzó a jugar con regularidad.

Con más juego que nombre, Fernando Gago aterrizaba en la capital de España, Madrid, en el año 2007 de la mano de José Ramón Calderón, ex presidente del Real Madrid. Acompañado de su compatriota Gonzalo Higuaín, le costó adaptarse al esquema blanco, en su espalda luciría el dorsal 16.

La eterna sombra de Fernando Redondo, la comparación con el que fuese jugador madridista le quedaba holgada. Las comparaciones son odiosas y más si antes de pisar la Castellana, ya te comparan con un mago del balón como era Redondo, sumándole así un extra de presión a Gago. Sin dejar buen sabor de boca a la parroquia merengue, Gago se instalaba en el verde del Bernabéu como el heredero de Redondo, más que por su parecido físico y peinado que por su estilo futbolístico, su paisano que enamoró al madridismo hacía una década.

Con más pena que gloria, el argentino puso rumbo al país transalpino. Roma fue su destino. Con la llegada de Xabi Alonso, sus oportunidades en el once se vieron relegadas hasta ser un asiduo en el banquillo del Real. Como cedido en el equipo italiano, Fernando completó una temporada sin luces ni sombras, unos números discretos que provocaron su camino de vuelta a España, en concreto por cuatro años al Valencia.

El conjunto chè se hizo con los servicios del jugador internacional con la albiceleste por tres millones y medio de euros. Suponiendo un balance negativo en la arcas del Real Madrid de más de quince millones, ya que fueron veinte millones la cantidad que Ramón Calderón desembolsó para atraer al eterno heredero de Fernando Redondo.

Su periplo por España se vio finalizado en 2013 cuando puso rumbo a su Argentina natal para jugar en Vélez durante seis meses como cedido sin opción a compra. Acabada su estancia en el Club Atlético Vélez de Sarsfield, el futbolista retorna a Valencia, pero ese mismo año, en julio, el conjunto valenciano acepta la oferta realizada por Boca Juniors, volviendo de este modo siete años después a la que fue su casa. 

Dos graves lesiones en casi un año anclaron a Fernando Gago al mayor ostracismo con la elástica de Boca Juniors. Dos acciones fatídicas con un mismo denominador común, el tendón de Aquiles de su pierna izquierda. La primera rotura la sufre en septiembre de 2015, a los 25 segundos de comenzar el Superclásico ante River Plate, lo que le tiene apartado de los terrenos de juego alrededor de cuatro meses. Su aparición tras la aparatosa lesión tiene lugar a finales de enero del próximo año, pero de nuevo, meses más tarde, en abril, vuelve a romperse el tendón de Aquiles.

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Debutó con la casaca de Argentina en 2007, siendo subcampeón ese mismo año de la Copa América. Un año más tarde se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, junto a otros compañeros como Leo Messi, Kun Agüero o Di María. Los próximos años como internacional albiceleste fueron a la par que su carrera por los distintos equipos, con altibajos. Su última aparición con la selección fue en la Copa América de 2015.

A día de hoy, Fernando Gago se encuentra en el equipo que le vio nacer. El vínculo de Gago con los xeneizes finaliza en junio de este año. Por eso, desde el primer día de enero, el jugador, de 30 años, tiene la libertad de firmar con cualquier club sin la autorización de su amado Boca Juniors.

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