REDACCIÓN – Cesc Fàbregas es uno de los mediocentros más codiciados del mundo del fútbol. Parte importante del Barcelona y de la mejor España de la Historia, ha ido adquiriendo galones y poder mediáticos que le colocan como un foco brillante sobre el césped.
Formado inicialmente en la cantera del Barcelona, decidió acudir a la cálida llamada de Arsene Wenger en 2003,para formar parte de las categorías inferiores del Arsenal. Comenzaría allí una de las etapas más emocionantes y completas de su carrera deportiva.
Bajo la confianza del técnico francés, Cesc fue ascendiendo, fue adquiriendo galones en las instalaciones del Norte de Londres, hasta llegar a una soñada primera plantilla en la que, con tan sólo 16 años, hizo su estreno como titular en un partido copero. La espera y el esfuerzo de dejar España para viajar hasta la capital londinense, a miles de kilómetros de casa, sin su familia, había valido la pena. Pero no sería hasta la temporada siguiente cuando debutaría en la prestigiosa Premier League.
Una figura fue clave en su progresión: Patrick Viera. El centrocampista francés del Arsenal fue la pieza básica para que Cesc Fàbregas tuviera más minutos. En un primer momento debido a lesiones, que facilitaron una serie de titularidades del centrocampista catalán, despertando pronto repercusión mediática y elogios en la prensa. Pero sería sobre todo en 2005, cuando Vieira hizo las maletas con destino Turín, cuando fichó por la Juventus.
El español encontraba así la gran oportunidad, y Arsene Wenger no dudó en darle galones. Y no falló a las expectativas. En un par de temporadas se consagró como un mediocentro que marcaba la diferencia, pese a la juventud, y evidentemente pronto llegó el interés de clubes por ficharle.
Uno destacó por encima del resto: el Barcelona. El club que le había dejado salir años atrás volvía a tantear su fichaje. Todo era romántico. La vuelta del hijo pródigo después de varios años de Erasmus en Londres. Pero el conjunto catalán se encontraría una barrera llamada Wenger, que pelearía verano tras verano por impedir su salida. Sin embargo, la espera tuvo una buena noticia en el verano de 20011.
Cesc Fàbregas volvía a Barcelona formado, como uno de los mejores centrocampistas del mundo, y afinando una plantilla en la que predominaba el fútbol de toque. Su vuelta era esperada, y pronto se hizo con el cariño de la afición. Sin embargo, la marcha de Pep Guardiola en 2012 hizo que el rendimiento del mediocentro fuera decayendo, al igual que el del equipo barcelonista.
Ahora, en la que ha sido la tercera temporada en la primera plantilla del Barcelona, su figura está más cuestionada que nunca, y los rumores sobre su salida no hacen sino incrementar. Algunas de las principales causas son:
POSICIÓN SOBRE EL CAMPO
La figura de Cesc en Inglaterra estaba relacionada directamente a la posición de '4', puesto que había heredado de Patrick Vieira. Desde más atrás, ejercía de líder, abarcaba una zona muy alejada a la actual. Si por algo se ha caracterizado el juego de Fàbregas en Can Barça ha sido por formar parte de la figura del "falso 9". Jugar más adelantado ha hecho que su determinación adquiera otro valor. Ya no debe organizar y actuar de nexo entre defensa y ataque. Ahora su figura debe ser más definidora, se espera que asista en metros finales, que marque goles, y evidentemente, cuando sus resultados no llegan, comienzan las críticas.
ÉXITOS INTERNACIONALES
En las filas del Arsenal, en 8 años, ganó títulos, pero la comparación con su etapa barcelonista quedan diferencias notables. En Londres ganó 1 Premier League, 1 FA Cup, 1 Community Shield, 1 Eurocopa y 1 Mundial. Desde su llegada al Barcelona ha ganado, en 3 años, 1 Liga BBVA, 1 Copa del Rey, 2 Supercopas de España, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa y 1 Eurocopa.
Sin duda alguna, su palmarés se ha visto crecido. Un éxito que, con más edad, con más terreno recorrido, ha podido afectar a su ambición, a sus ganas sobre el terreno de juego.
INSISTENCIA EN SU FICHAJE
El Barcelona acabó fichando a Cesc Fàbregas, tras varios veranos de culebrón, y su llegada fue casi como un mérito para la directiva. Un fichaje quizás no del todo necesario, que reforzaba sin duda una plantilla competitiva, pero que se cerraba como golpe de una directiva que debía lograr el ansiado fichaje de la anterior. Una incorporación con más peso institucional, directivo, que deportivo.
VIDA EN LONDRES. Cesc vivía solo en Londres, alejado de su familia, por lo que parte de su tiempo estaba dedicado al fútbol. Su progresión había sido enorme en pocos años y él estaba cómodo ante una afición que le adoraba. Era el líder absoluto, y cuando dejaba las instalaciones Gunners tenía una vida calmada, donde el hogar se convertía en un buen refugio.
En Barcelona, sin embargo, está cerca de su familia, convive a diario con viejos amigos como Gerard Piqué o Leo Messi, entre otros. Quizás, tenga más distracciones en Barcelona, que en mayor o menor medida ha podido afectar a su rendimiento sobre el césped.
Cesc Fàbregas está en todas las listas de bajas del conjunto azulgrana, y su salida, para muchos se da como segura.
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