Con la pretemporada ya en marcha en el Valencia sigue la casa sin estar arreglada. No ceñiremos la mirada en lámparas y sofás pero sí en un polvo que ha de ser barrido para tener impoluto el equipo antes de afrontar los dos partidos más importantes de los últimos años. Las llegadas de Santi Mina y Zakaria Bakkali han tenido gran aceptación entre el valencianismo por la juventud y enorme potencial que se les presupone a ambos futbolistas. Pero no es suficiente. El universo Mendes, con el bastón de Nuno y el mando de Peter Lim ha de hacer posible la entrada de dos o tres jugadores que viertan de ilusión a todos sus fieles. Si la temporada pasada ya se hacía hincapié en que el Valencia era la plantilla más joven de la Liga, más se refuerza la tesis con la llegada de Mina y Bakkali. Hacen falta peloteros contrastados. Hechos. Dispuestos a competir de manera inmediata, sin planes de futuro, con la seguridad de que las piernas a mediados del mes de agosto no serán sinónimo de castañuelas Jale.
Con la lesión de Diego Alves en el último partido de la temporada pasada, la portería del Valencia quedaba desnuda por completo. Sin su hombre más resolutivo y entre seis y ocho meses de espera para poder vestirla de nuevo de samba gatuna. Es una de las principales patatas calientes estivales. No se espera al mejor portero de la Liga hasta enero o febrero y, después, se tendrá que ver en qué condiciones llega y cuánto le cuesta coger la frescura y agilidad física. Tan básicas en el ADN del brasileño. De ahí que Lim/Nuno/Mendes han de apostar por el mejor portero posible. Más si cabe con los problemas lumbares de Yoel. Hace falta un titularísimo. Del que se tendrá que echar mano, nunca mejor dicho, en gran parte del curso 2015-2016. Son muchos nombres los que van apareciendo. Últimamente con mayor solera. Mi apuesta la dije el día que se ganó en Almería. Si se pone a tiro se ha de dar todo por fichar a Keylor Navas. O Valdés. Aunque seguro que hay opciones interesantes que el tridente de dueños, cada uno en su parcela, tienen escondidas bajo llaves.
El ‘caso Otamendi’ también está pendiente de juicio. Nuno quiere que antes del 26, día al que se le espera con la manada, esté la sentencia dictaminada. Bien perdiendo los papeles en una renovación (que yo haría sin dudarlo ni un segundo a pesar de sus pataletas por salir) o bien ingresando 50 millones de euros (único precio de salida como ya reconoció Lay Hoon). En caso de que Manchester United, City o Real Madrid, sí Real Madrid aunque digan desde la capital de España que no interesa, paguen la morterada y convierta al argentino en el central más caro de la historia, su compatriota Ezequiel Garay tiene todos los boletos comprados para ser el sustituto. Hasta la resolución del ‘culebrón central’, el mediocentro es otra de las posiciones que requiere un jugador de empaque internacional. Seguro que hay disímiles fórmulas para conseguirlo y más teniendo a Jorge Mendes siempre a la verita. Pero es fundamental obtener esa pieza que aumente de golpe el poderío de la plantilla y que le dé rotación al incansable Javi Fuego.
La guinda, el colofón a lo que sería una plantilla de Champions, sería un jugador de banda consagrado. Un estilete que fuese un yacimiento solo con mirarlo. De esos que los contrarios prefieren no encontrarse en la misma acera en horarios intempestivos (¿eh Tebas?). Y del que se pudiese beneficiar todo el juego de ataque del Valencia, principalmente sus delanteros. Pero, para ello, habrá que dejar hueco primero. Feghouli, Piatti, Santi Mina, Rodrigo, De Paul, Robert, Fede, Bakkali…son demasiadas piezas que habrá que tutelar y administrar. Cada una de ellas con sus propias particularidades. Si el puzzle lo permite, sería un inmejorable llamamiento a los suyos la llegada de un crack. Sigo creyendo en los Reyes Magos. Qué le voy a hacer.
Queda tiempo y mercado por delante para limpiar el hogar y dejarlo niquelado antes del glamour que se avecina en agosto. Los rivales se han cambiado el baño, la cocina y el comedor y les ha quedado más selecto y espacioso. Espero que los pocos escobazos y retoques que le quedan al Valencia se acaben por llevar a cabo. Lo agradeceremos todos. Sobre todo, las taquillas de Mestalla.