El ínclito agente de grandes futbolistas, Mino Raiola, ha fallecido hoy a los 54 años tras una larga enfermedad, según varios medios internacionales. El italiano, según las fuentes que hablan de su marcha, llevaba meses padeciendo una afección que le había obligado a pasar por varias operaciones y a estar en cuidados intensivos. Llevaba a futbolistas espectaculares: Ibrahimovic, Haaland, Donnarumma, Pogba, Verratti, Mkhitaryan y De Ligt son solo algunos de los nombres que tenía en su cartera.
De hecho, la revista Forbes la había colocado en el cuarto lugar de los agentes con más dinero en el mundo. Pese a nacer en Italia, Raiola tuvo que emigrar en su infancia a Países Bajos, donde trabajó como camarero desde los once años: «¿Qué podía hacer? Podía lavar platos, todavía me gusta. Me da una especie de paz limpiar cosas, ves el resultado inmediato de tu trabajo”, aseguraba para el Financial Times. Posteriormente, comenzó a hacer negocios hasta conseguir hacerse un lugar entre grandes empresarios.
Su partida deja un hueco irremplazable en el mundo del fútbol: él es uno de los hombres que ha cambiado el mundo de las agencias deportivas. Además, se encontraba en un momento en el que iba a ser parte de importantes traspasos en el balompié europeo.
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