El Madrid consigue por fin la tan ansiada novena Euroliga. Esta vez, tras perder las dos finales anteriores, jugando en casa, el conjunto de Laso se impuso al Olympiacos por 78 a 59. Un equipo griego que lo intentó pero que se vio superado. Spanoulis, desaparecido, estuvo desconectado ante la defensa blanca y las actuaciones de hombres como Carroll y el MVP de la final Andrés Nocioni.
El partido comenzaba con los locales muy metidos y un mate de Rudy ponía el 6-1 pero pronto se torcerían las cosas. Gustavo Ayón, clave en las semifinales, se tenía que ir al banquillo con dos faltas personales y Olympiacos empataba el marcador. A partir de ahí, los griegos imponían su ritmo y se iban ganando tras los primeros 10 minutos por 15 a 19 gracias a los buenos minutos de Matt Lojeski.
En el segundo cuarto todo seguía como querían los de Sfairopoulos, ritmo lento y pocos puntos. Entonces aparecieron Nocioni y sobre todo Jonas Maciulis. El lituano se iba con 9 puntos al descanso y aupaba a su equipo hasta los 7 de ventaja. El marcador tras este periodo era de 35 a 28.
Tras el descanso el Madrid salió a por todas y conseguía ponerse con once puntos de ventaja. De nuevo, otra reacción de Olympiacos con un parcial de 0-10. Los griegos no se rinden. En este momento fue cuando apareció el hombre clave de la final junto al MVP, Carroll. Jaycee entraba en trance y anotaba 11 puntos de manera consecutiva que permitían a los blancos poner el 51-43 con el que se entraría en el último cuarto.
En el último cuarto, el Madrid se dedicó a defender la renta. Olympiacos se aferraba a las habituales remontadas pero esta vez no llegó. Sloukas lo intentaba pero Spanoulis, solo 3 puntos en la primera mitad, no apareció. En estos últimos minutos el ‘Chapu’ se adueñaba del partido, tanto en ataque con triples como en defensa con tapones y sentenciaba el título hasta los 19 de ventaja finales.