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Tenis

“Estoy creando lo que puede ser Paula Badosa”

Paula Badosa (Nueva York, 1997) ha vivido, en el WTA 1000 de Madrid, su mejor momento tenístico hasta la fecha. Reconocido por ella. Con una invitación de la organización para su tercera presencia en el cuadro final y quinta en el torneo (2017 y 2018 no supera la previa), ni ella se esperaba llegar a semifinales.

Durante el torneo en la Caja Mágica, la tenista instalada en Madrid con Javier Martí como entrenador, atiende a Sphera Sports y analiza todo: su momento, su temporada, su progresión, todo el trabajo en la sombra para ver los resultados y los objetivos que se marca con su equipo. Con sólo 23 años, desprende madurez en cada respuesta. Y es que lleva desde los 14 años jugando torneos profesionales.

Pregunta: El torneo WTA 1000 de Madrid 2021 es su quinta participación en la capital española. Llegó al torneo sin victorias en el cuadro final. ¿Qué peso se ha quitado de encima al ganar partidos?

Respuesta: “Me siento muy bien. Le doy más mérito cuando no se empieza bien y acabas jugando bien. He luchado mentalmente, aceptando todos los momentos y eso ha hecho que pueda sacar un nivel muy alto”.

¿Qué sensación le produce jugar en la pista Central Manolo Santana?

“Impresiona. Había jugado en 2016. Pero ahora vengo con otras expectativas. Nerviosa, pero con ganas. Al principio fallas más y no te acabas de sentir bien. Como la pista es grande a veces te pierdes un poco y fallas un poco más de lo normal por no tener las distancias tan controladas. Pero cambias el chip muy rápido y te adaptas”.

Analicemos su temporada 2021. En su primer torneo en tierra, en Charleston, consiguió su primer triunfo ante una tenista top10 que, además, era la tenista número uno Ashleigh Barty. ¿Qué significó ese triunfo, ganar a la raqueta número uno?

“Significa mucho. He pasado por muchas etapas en mi carrera tenística pese a tener 23 años. Ha sido muy intenso. Una de las etapas es una muy fea, sin creer en mí, con la autoestima muy baja y perdiendo la confianza. Un partido así, te hace creer. Ya tenía la ilusión otra vez, pero te devuelve la ilusión de soñar y creer que algún día puedes estar ahí como esas grandes jugadoras. Te da un chute de confianza, autoestima y motivación”.

Con Charleston y Madrid, sus dos últimos torneos, son seis semifinales WTA las que ha disputado, pero se resiste la final. ¿Necesita hacer algún tipo de trabajo adicional, quizás más mental que tenístico, para superar esa barrera?

“Bueno, espero que la primera final llegue en algún momento. Pero sí, tendré que hacer un trabajo mental. Ese paso me está costando un poco. Quizás tantas ganas de querer llegar a una final, me esté perjudicando un poco y tenga que tomármelo con más tranquilidad. En Charleston fue muy intenso, con muchos partidos (los cinco del cuadro individual y dos de dobles) y quizás ahí era un poco más desgaste físico y mental del día anterior que fue una locura. Ahí lo achaco a eso. Las demás semifinales han sido más mentales y voy a tener que trabajar en eso y no magnificar tanto hacer una final”.

Por su progresión, ya hace tiempo que está asentada entre las 100 mejores y escala semana a semana con sus resultados. Sale de Madrid estrenándose entre las 50 mejores ¿Mira la clasificación, como objetivo en sí mismo?

“Tengo que reconocer que antes miraba mucho el ránking. Estaba un poco obsesionada. Ahora he hecho un cambio radical y miro el nivel. Mi nivel, mejorar cada día un pasito. Cada torneo un poco más. Y la clasificación es una consecuencia. Intento no focalizarme en eso porque en el tenis ya tienes mucha presión como para ponerte más. Intento enfocarme mucho en mí, estar bien con mi equipo, trabajar bien y lo demás es una consecuencia”.

Echemos la mirada más atrás, al comienzo de la temporada, en la gira australiana. Cuarentena, virus y sin buenos resultados en unas semanas extrañas. Visto con perspectiva tres meses después, ¿Cómo analiza todo aquello?

Igual de mal, tengo que reconocerlo (contesta entre risas). Aunque pase mucho tiempo, sigo analizándolo igual de mal. Vivimos una experiencia muy dura, estar encerrados. Venía de hacer una pretemporada muy buena. Empecé muy bien en Abu Dabi (octavos, dos triunfos y derrota en tres mangas). Me estaba sintiendo muy bien. Y entonces pierdes la forma muchísimo y es volver a empezar de cero. Porque, además, pasé el virus. Con estar encerrada 21 días sin pasar el virus ya sales mal. Pero pasando el virus, me costó dos o tres semanas más recuperarme y luego ponerme en forma. Parecía que nunca acababa el proceso. Me costó su mes y medio volver a ponerme en forma. En Lyon (primera semana de marzo) competí y me salvé un poco a nivel competitivo pero las semifinales fueron irreales porque no estaba nada preparada. Me costó mucho coger la forma, me estaba cansando mucho. En Australia fue una experiencia dura, tuvimos mala suerte. Son cosas que pasan, pero vivirlo en esas condiciones fue muy duro”.

Además de la cuarentena, pasa el virus. Las consecuencias físicas, y más en un deportista de alto nivel, pasan factura. ¿Las ha superado por completo?

“Ya no tengo secuelas. Fue raro. Conseguí competir en Australia por la adrenalina. Salí de la cuarentena y tuve tres días para prepararme tras la cuarentena. Competí ese partido, pero tuve mala suerte porque fueron tres horas y eso me mató (7-6 6-7 5-7 ante Samsonova). Al día siguiente no me pude levantar de la cama y durante los 10 días siguientes no pude coger una raqueta. No tenía energía para entrenar, pero por lo demás estaba bien. Me costó sus días recuperarme. Hasta Miami (final de marzo, llega a segunda ronda) no sentí que recuperaba mi nivel. Competí Lyon (primera semana de marzo, semifinales) y San Petersburgo (tercera semana de marzo, primera ronda), pero me cansaba mucho y me movía muy lenta”.

En septiembre de 2020 anunció que cambiaba de entrenador e incorporaba a Javier Martí como técnico. ¿Qué le aporta?

“Voy a ser muy sincera. A mí Javi me ha aportado muchísimo. Estaba en un momento complicado. Fui a él y me ayudó en todos los aspectos. Tenemos una conexión muy buena. Me ha hecho trabajar muy duro y es la mejora que estoy haciendo. Mentalmente también me está ayudando mucho. Me da confianza en mí misma y estamos trabajando muy bien. Le debo muchas cosas. Me ha recuperado esa ilusión. El año pasado hubo COVID-19, pero luego competí en Estados Unidos (Cincinnati trasladado a Nueva York y el USOpen) y volvía a estar mal. Me estaba costando mentalmente, no jugaba mi mejor tenis y físicamente tampoco estaba bien. Con él he reseteado todo. Hemos puesto un entorno muy bueno que eso es algo de lo que, en los últimos años, he pecado de no tener el adecuado. Creo que estoy mejor que nunca. Sobre todo, estoy feliz y confío en las personas que tengo a mi alrededor. Eso es clave”.

Necesitaba el cambio.

“Nunca mejor dicho, sí”

En Madrid ha jugado dobles con Sara Sorribes (primera ronda), gracias a una invitación de la organización. Habían jugado una vez, hace siete años (2014) en un ITF de 25k dólares en Egipto. ¿Ahora es algo también puntual en Madrid o con el objetivo de hacerlo habitual?

“Los dobles es algo que tenemos en mente. Yo nunca he jugado los dobles, pero Sara sí. No entramos por mi culpa por no tener clasificación de dobles en los torneos por lo que ahora es complicado jugar juntas. Me haría mucha ilusión jugar con ella, quizás de cara al año que viene. Somos casi como hermanas. A mí me aporta mucho tener alguien así en el circuito y, si podemos jugar dobles, esa conexión nos puede ir muy bien”.

La gira de tierra culmina en Roland Garros. Un torneo donde tiene su mejor actuación en un Grand Slam, con los 1/8 del año pasado. Con esa experiencia, ¿Qué expectativas puede llevar este año a París?

“Es un Grand Slam y va a ser muy duro. Más aún sin ser cabeza de serie. Confío en mí, estoy jugando bien y tengo muchas ganas de que llegue el torneo. También de los torneos previos y, en general, de esta gira. Espero todo en París. Estoy abierta a todo lo que me llegue. Voy a luchar al máximo y ojalá podamos igualar o repetir los resultados”.

Y, mirando a lo que queda de año, ¿qué objetivos tiene en cuanto a clasificación, juego y resultados?

“La clasificación la dejo un poco apartada. Mi objetivo, y lo he hablado con Javier (Martí, su entrenador), es construirme como jugadora. Lo estoy logrando, creando lo que puede ser Paula Badosa, la actitud y el tenis que quiero transmitir. Físicamente estoy dando pasos. Es eso en lo que trabajamos: lo que quiero ser y transmitir tanto hacia fuera como a mí misma. Dar pasos mentalmente y confiar en mí cada día más. Ese es el objetivo que tenemos este año y a ver si, ojalá, también vaya dando pasos en el ránking”.


Imagen de cabecera: ImagoImages

Madrid. Periodista y CCMM. Redactor en @elcontragolpe_ Gestiono @ATPsphera Antes en @franquicianet portal de @t4franquicias Punto de Encuentro y EL MUNDO

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