Jesús NOGUERA – Auténtica exhibición de España ante su primer rival de entidad y deja la ilusión de los suyos por las nubes. Los de Juan Antonio Orenga recuperaron el juego de sus mejores días con un Pau Gasol colosal a los mandos. Con esta victoria, el combinado nacional ya está matemáticamente clasificado para octavos de final. Mientras tanto aún quedan los compromisos contra Francia y Serbia que decidirán si quedan primeros del grupo A.
Si el Mundial comenzaba hoy para España, el combinado se mostraba más que preparado en los primeros compases. Al ritmo de los aciertos de Juan Carlos Navarro, ese que nunca falla en los grandes compromisos, la selección española cogía un ritmo fulgurante y ponía el marcador en el ecuador del primer cuarto en 15-4. Pero por si Navarro no se valía por sí solo Rudy se sumaba a la fiesta con sendos triples que desataban la locura en la grada e incrementaban la diferencia. Por Brasil solo Marcelinho Huertas daba muestras de haber empezado el partido y con sus características bombas minimizaba daños. Pero España estaba en estado de gracia y Pau Gasol cogía galones en ataque y asumía tiros antes los cuales los pívots de Brasil solo podían mirar. De esta manera los de Juan Antonio Orenga hacían la presentación en su partido más importante en lo que iba de Mundial, desde bien pronto ponían un renta entre ambos conjuntos que ya sería definitiva (30-14). Estos diez minutos de juego sublime eran el camino que debe llevar una generación de oro si quiere vestirse de oro en su Mundial.
Pero si Brasil es candidata a las medallas es por algo y es que fundamentos tiene. Un canasta sobre la bocina de Larry Taylor aportó fe a un equipo de Magnano que la había perdido ante un ciclón llamado España. En pleno letargo brasileño apareció Barbosa para ayudar a los suyos a endosarle a los locales un parcial de 11-1 que ajustaba el luminoso (23-31). En ese momento podían haber surgido las dudas típicas de una España a un nivel sublime contra una Brasil mediocre siendo la diferencia solo de ocho puntos. Pero Calderón apagó algún atisbo de ello con cinco puntos consecutivos. A este atrevimiento del base de los Knicks se le sumó Sergi Llull que se encargó de dejar prácticamente sentenciado el partido al descanso. Algo que haría más tarde el gran héroe de la noche.
En el tercer cuarto iba a llegar el momento del partido y seguramente una de las exhibiciones del torneo. Avisaba con un triple al que seguiría con una canasta de dos, pero quedaba lo mejor. Dos triples más del mejor jugador de la historia de nuestro baloncesto desataban el delirio en las gradas granadinas y culminaban un parcial de 11- que dejaba el partido solucionado (40-58). Con una dosis de talento, Pau había culminado el partido y esfumado las opciones de remontada de Brasil. En una España que estaba en una dinámica espectacular, todos sumaban. Con ello se llegó a los últimos minutos con el marcador en 47-66.
El cuarto período no tuvo más historia y solo fue el fin a una fiesta espectacular ante una selección brasileña que se mostraba inoperante. Llull gritaba desatando una rabia contenida, Ibaka se sumaba al espectáculo y Sergio Rodríguez se lucía poniendo la máxima del partido (58-81). Entre tanto Pau Gasol se despedía del partido con 26 pun tos, 8 rebotes y todo el público del Palacio de los Deportes de pie aplaudiendo a su rey.
FICHA TÉCNICA
BRASIL: Marcelinho (8), Garcia (2), Barbosa (11), Nené (7) y Splitter (6) – cinco inicial – Machado (6), Neto (2), Hettsheimer (-), Taylor (4), Vieira (7) y Varejao (10).
ESPAÑA: Rubio (2), Navarro (10), Rudy Fernández (6), Pau Gasol (26) y Marc Gasol (8) – cinco inicial – Sergio Rodríguez (12), Llull (7), Calderón (5), Claver (-), Ibaka (5), Abrines (-) y Reyes (1).
PARCIALES: 14-30, 18-15, 15-21 y 16-16.
ÁRBITROS: Vázquez (PUR), Jordan (USA) y Ryzhyk (POL
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