Síguenos de cerca

Premier League

Equilibrio

El primer encuentro postapocalíptico de los dos grandes de Liverpool resultó ser ese derbi que ven 5 millones de personas por televisión y que solo puede acabar terminando 0-0. Quien haya recorrido el vetusto Goodison Park tuvo que rasgarse las vestiduras al vislumbrar a los visitantes en un vestuario portátil donde normalmente los futbolistas del Everton firman autógrafos a los valientes que se quedan esperando a que se duchen y pasen a recoger sus coches. Así es la vida tras una crisis que todavía no hemos solucionado. Y de la que nos costará recuperarnos, pero esa es una historia bien distinta a la de hoy.

Carlo Ancelotti, visiblemente más delgado tras el parón, volvió a enseñar que le gusta matizar en sus escuadras, puntualizando nimiedades que se convierten en hechos importantes, como el listo de clase. El italiano quizás no sea el técnico más rompedor, más intervencionista, pero le encanta retocar pequeñas cosas en sus disposiciones. Lo que siempre tuvo claro desde que se puso el primer traje es que tiene que comprender a sus futbolistas; darles un entorno y un esquema que se asemeje a lo que ellos necesitan y no a su libreto. No tiene dogma y no juega al ajedrez. Porque sabe que entre reina, rey, torres, caballos, peones y alfiles puede quedar en jaque mate. Y eso nunca le sucede.

Tom Davies, tras desperdiciar la ocasión más clara del encuentro.

Ante la complejidad del rival, un conjunto que solo había perdido cinco puntos en todo el curso, decidió apostar por lo que muchos equipos han estado haciendo en el último lustro: las dos líneas de cuatro y dos puntas. El 4-4-2 dio alas a Richarlison y Dominic Calvert Lewin, sus dos mejores bazas, y equilibró a un conjunto que en diciembre recibió 5 tantos por parte del mismo equipo a escasos kilómetros del escenario de este encuentro. Marco Silva, en Anfield, se atrevió con una línea muy adelantada en territorio comanche, acompasada con cinco defensas, que significó un severo correctivo en un lugar en el que no es recomendable caer así si llevas la zamarra de los toffees. Por ello se fue. Ancelotti, decidido a guardar su portería, trató de juntar sus líneas en un espacio muy corto y mantener la amenaza de sus dos arietes arriba. Los de Jurgen Klopp no inquietaron en demasía a Jordan Pickford.

Además, en salida de balón, el transalpino puso trampas a su homónimo con una salida falsa en la que trataba de activar la presión red con un par de pases en zona peligrosa. Sin embargo, esa declaración llena de pases comprometidos a futbolistas mal perfilados era una simple treta para estirar a su rival y tratar de buscar la profundidad con sus delanteros. Pickford, de hecho, fue el futbolista con más pases de los locales. El Everton lo acabó teniendo cerca. El empate solo puede ser buen punto si acentúa esas buenas sensaciones y no pincha en campos donde no debe dormirse. Ancelotti, como Simeone antes del confinamiento, dio pistas de cómo poder hacerle daño a un Liverpool que, pese a todo, domina registros como nadie. Pero eso es un primer paso.

Martorell (Barcelona), 1996. Periodista freelance. Amante del fútbol y loco por la Premier League. En mis ratos libres intento practicarlo.

Comparte la notícia

Comentar la noticia

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

No te lo pierdas

Más sobre Premier League