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Aarón Ñíguez: "Vivir un ascenso es una experiencia única"

A sus 28 años de edad, Aarón ha gozado de la fortuna de vivir un sinfín de experiencias futbolísticas, en ocasiones incluso fuera de nuestras fronteras. Miembro de una familia eminentemente ligada al fútbol, Aarón es hijo de José Antonio y hermano de Jonathan Ñíguez, ambos también futbolistas, aunque evidentemente a la mente del aficionado le resulta mucho más sencillo reconocer a Saúl Ñíguez, su hermano pequeño y futbolista del Atlético de Madrid. En una mochila cargada de vivencias, Aarón guarda recuerdos imborrables de una trayectoria que alterna satisfacciones y desencantos, aunque, por encima de todo, continúa repleta de ilusión por seguir disfrutando de una de sus mayores pasiones: el fútbol.

P. Empecemos por el principio, Aarón. ¿Qué recuerdas de tus primeros toques a un balón, del comienzo de tu pasión por el fútbol?

R. «Como todo el mundo sabe, mi padre fue futbolista y he crecido siempre pegado a un balón. Anécdotas tengo muchísimas. Desde estar con tus amigos jugando y que te llame tu padre porque tienes que hacer técnica, abdominales, flexiones… Entrenamientos físicos y específicos para mejorar el día a día. Para nosotros típico porque nos ha pasado a los tres hermanos, era normal estar jugando con los amigos y llamarte tu padre porque había que hacer entrenamiento. Lo tomabas como obligación porque en ese momento sólo pensabas en jugar, te gustaba el fútbol lógicamente… Empezamos así con mi padre y después estuve en el Caja de Elche, que fue mi primer y último equipo en mi tierra, porque después me fui al Valencia. Fue una época muy bonita, con compañeros con los que hoy en día tengo contacto con bastantes de ellos y cada vez que los veo por Elche es una ilusión tremenda y al final es tu infancia. Fue cortita en Elche pero muy intensa».

P. Con tan sólo 11 años, pasas a formar parte de la cantera del Valencia C.F., un club al que perteneciste durante 11 temporadas, entre formación y profesionalismo, llegando a debutar con el primer equipo en Champions League. ¿Con qué te quedas de tu paso por el club ché?

R. «Al final el Valencia es mi casa, es el club donde me formé, donde aprendí y en el que di los primeros pasos como profesional. Guardo un recuerdo excepcional del Valencia. Llegué cuando aún me quedaba un año por jugar a ‘Fútbol 7’ y tenía que decidir si dar el salto y al final decidí hacerlo y pasar al ‘Fútbol 11’. Aprendí muchísimo en Valencia, me formé y es de agradecer. Además, terminé subiendo a entrenar bastante con el primer equipo y haciendo mi debut en Champions League, que es algo con lo que siempre se sueña, además en un estadio como el ‘Olímpico de Roma’, con lo que ello supone. Fue una experiencia muy bonita».

P. Aún perteneciendo al Valencia, vas cedido sucesivamente a Xerez, Iraklis, Glasgow Rangers, Celta y Recreativo de Huelva. ¿Qué te aportó cada una de estas experiencias en forma de cesión?

R. «En aquella época, el Valencia tenía una política de cesiones que estaba funcionando bastante bien con otros jóvenes futbolistas, así que entendimos que podía ser bueno seguir ese ejemplo. La primera, en Xerez, fue para mí complicada, no terminaba de tener continuidad y estar tan lejos de casa quizá me condicionó bastante. Se dio la ocasión de poder ir a Castellón, que estaba más cerquita de la familia, pero en aquel entonces al haber jugado ya cinco partidos con el Xerez, no estaba permitido que jugara en otro equipo de igual categoría. Después, en el Iraklis, me fue bastante bien, tuve continuidad, regularidad y esto me ayudó bastante a crecer en una liga como la griega que me vino muy bien y en la que te enfrentas a equipos importantes como Panathinaikos, PAOK… Ese buen momento que encontré en Grecia, me permitió salir en una cesión al Glasgow Rangers, un equipo Champions, al que llegué cedido por dos temporadas con opción de compra, que a priori parecía una muy buena opción pero que finalmente, y visto ahora con el paso del tiempo, no fue acertada, porque no tuve continuidad y no me adapté al tipo de fútbol que era mucho más directo y en el que me costaba y sufría con él. Así que no cumplí la segunda temporada de cesión, decidí volver a España y se produjo una cesión al Celta, en Segunda División, con Eusebio como entrenador, que tenía una filosofía que me gustaba mucho, cercana al estilo del Barça. Empecé muy bien, pero se produjo una lesión grave del ligamento de la rodilla y tuve que parar más de seis meses, lo cual me penalizó mucho para el resto de temporada. Después volvía al Valencia, y forcé en pretemporada, intentando poder hacerme un hueco en la primera plantilla, infiltrándome porque la lesión de rodilla me arrastró problemas en el pubis y necesitaba infiltrarme para poder estar bien. No pudo ser y se produjo una nueva cesión, esta vez al Recreativo de Huelva. La verdad es que en Huelva estuve bastante bien, es cierto que en la primera parte de la temporada sufrí una nueva lesión que me tuvo parado dos meses, hasta diciembre, pero después volví y creo que finalicé bastante bien la temporada. Después, me quedaba una temporada más de contrato en el Valencia, pero el club no decidió apostar por mí y fue entonces cuando finalizó mi etapa en el Valencia y firmé por el Almería».

P. Quizá en Grecia fue el lugar en el que mejor rendiste de aquellas primeras experiencias en forma de cesión, y en Glasgow en lugar en el que menor protagonismo alcanzaste. Pese a ello, ¿haces una lectura positiva de esas dos primeras experiencias en ligas foráneas?

R. «Sí, yo creo que la experiencia en Grecia fue muy positiva para mi crecimiento personal y profesional, por la continuidad que disfruté. En Glasgow es cierto que me costó mucho más, pero sí, pese a ello, creo que de todas las experiencias se aprende en la vida y en la carrera de un futbolista, incluso quizá se pueda aprender más cuando no se juega».

P. En cuanto a protagonismo y rendimiento, quizá fue en Huelva el lugar en el que más destacaste, pese a aquella lesión. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

R. «Quizá sí. Como te decía, es cierto que la lesión me cortó un poco la progresión, pero finalicé muy bien la temporada y al final las sensaciones fueron buenas».

P. En 2009, estando en el Celta, sufres la lesión más grave de tu carrera, rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. ¿Cómo se supera una situación así?

R. «Es un momento duro. Al principio cuesta asimilarlo, pero después te conciencias y trabajas para volver a disfrutar del fútbol. Evidentemente es difícil, pero al final, cuando superas una lesión así, aprendes a valorar un poco más todo, esas cosas que quizá no valoras en la juventud y más cuando nunca has sufrido una lesión importante. Te enseña a disfrutar del día a día, de cada entrenamiento, de cada ejercicio de carrera continua, que es un regalo poder hacer independientemente de que después el entrenador decida alinearte o no, así que pese a la dureza de la situación, también sacas lecturas positivas y aprendes a valorar lo que tienes».

P. Decíamos que cuando salies del Valencia, firmas con la U.D. Almería, donde permaneces una temporada y media, período en el que anotas cinco goles en Liga. ¿Es uno de los clubes y ciudades que recuerdas con mayor cariño?

R. «Para mí la experiencia en Almería fue muy positiva. Fue un año y medio fabuloso, en el que me adapté muy bien a la ciudad y me sentía muy identificado. La única razón por la que salí fue que la salida era a Elche, que es mi tierra, y aún así, me costó tomar la decisión, porque estaba muy agusto en Almería. Quizá hubo un sector de la afición del Almería a la que no gustó aquella decisión o la tomó de mala forma, pero puedo asegurar que para mí fue difícil salir incluso siendo como te decía al equipo de mi tierra, al Elche. Es cierto que mis participaciones fueron irregulares con Lucas Alcaraz, con el que prácticamente era titular siempre en casa y nunca a domicilio. Y con Javi Gracia tenía toda la confianza del mundo. De hecho, creo que él fue determinante para que pudiera salir a Elche, porque participó en las reuniones que hubo para negociar mi salida y comprendió mi situación, el que yo quisiera salir por el hecho de ser el Elche, no por tener ningún tipo de problema en Almería. Espero que con el tiempo, la afición haya sabido entender aquella decisión que tomé, porque actualmente sigo manteniendo una gran relación con la gente del club, hablo con ellos a menudo y es un club al que guardo muchísimo cariño».

P. Y de Almería a Elche, a tu tierra. Llegas al Elche C.F., en el que permaneces durante dos temporadas y media. Nada más llegar, conseguís el ascenso a Primera, y una vez en Primera, anotas tu primer y único gol hasta la fecha en Primera División, ante el Athletic. ¿La mejor experiencia de tu carrera hasta ahora?

R. «Sin duda. Es cierto que todos soñamos con jugar la Champions League, con ir con la selección, pero también existen otros sueños como puede ser este, jugar en el equipo de tu tierra, conseguir un ascenso, jugar en Primera con el equipo de tu ciudad y marcar. Cuando llegué es cierto que creo que el Almería, de donde provenía, por poner un ejemplo, tenía mejor plantilla que el Elche para conseguir el ascenso, como finalmente consiguió. Pero luchamos y conseguimos devolver al Elche a Primera después de 25 años. Es algo inolvidable y una experiencia única conseguir un ascenso como aquel y poder disfrutar en tu tierra, con tu equipo, jugando en la máxima categoría».

 

P. Un efímero paso de una temporada por Portugal y llegada a tu actual equipo, el C.D. Tenerife, donde estás siendo importante para el grupo y para el entrenador. ¿Contento en Tenerife y con Martí?

R. «La verdad es que tras el descenso administrativo del Elche y la temporada en Portugal, perdí un poco las ganas y la ilusión por el fútbol. Así que me tomé el verano con tranquilidad, con calma, y tratando de encontrar una motivación que volviera a ilusionarme. Tuve varias ofertas, pero lo cierto es que la única que logró despertar en mí la ilusión fue la del Tenerife, desde el principio. Así que sí, estoy muy contento en Tenerife, con su afición, con mi vida aquí y por supuesto con Martí como entrenador».

P. Cuatro goles y cinco asistencias para contribuir a la buena temporada que está desarrollando el Tenerife hasta ahora. ¿Aún soñáis con el ascenso directo o comenzáis a mentalizaros para luchar por entrar en playoff?

R. «Es muy complicado todo en Segunda División. Es una categoría muy igualada, tan pronto te ves acercándote al ascenso directo como estás viendo que los rivales vienen por detrás apretando. De aquí a final de temporada puede pasar de todo, desde que acabemos en esa segunda plaza como que terminemos fuera del playoff. Así que debemos trabajar, seguir trabajando como hasta ahora para que la afición del Tenerife se sienta orgullosa de su equipo y para tratar de conseguir terminar lo más arriba posible, pero debemos ir partido a partido, quedan seis jornadas y todo puede suceder de aquí al final. Pero sobre todo, trabajar al máximo y darlo todo para tratar de conseguir algo importante».

P. ¿Qué supondría para Aarón Ñíguez conseguir un nuevo ascenso con el Tenerife?

R. «Sería muy bonito. Vivir un ascenso es una experiencia única y creo que la afición del Tenerife merece volver a estar en Primera. Estoy muy feliz en Tenerife, mi hijo ha nacido aquí y me siento muy identificado con la ciudad, así que ojalá podamos conseguir dar una alegría tan importante a nuestra afición».

P. Con la selección nacional, has sido campeón de Europa sub-19 y campeón de los Juegos Mediterráneos de 2009 en Pescara, además de internacional sub-21. ¿Qué suponen para ti estos títulos a nivel de selecciones?

R. «Pues son muy importantes. Ya la sensación de poder vestir la camiseta de la selección es única, y poder lograr títulos, incluso a nivel de categorías inferiores, un paso más en tu carrera y algo que se recuerda como una experiencia bonita vivida. La lesión es cierto que cortó mi progresión cuando empezaba a ir con la selección sub-21, pero me quedo con muchas cosas bonitas de mis participaciones con la selección».

P. Has tenido multitud de entrenadores durante tu carrera. ¿Te quedas con alguno en especial por su trascendencia en tu crecimiento futbolístico?

R. «Me quedaría con Ginés Meléndez y Santisteban, de mi etapa en las categorías inferiores de la selección. También con Fran Escribá, que fue el entrenador que apostó por mí para mi retorno a Elche y con el que creo que aprendí mucho y me dio mucha confianza en mi etapa con él en Elche, y por supuesto con Pep Lluis Martí, que creo que está haciendo un trabajo espléndido en el Tenerife y que, consigamos o no los objetivos de ascenso, creo que se ha ganado el respeto de todos y tiene un gran mérito el rendimiento que está sacando de todos en el Tenerife».

P. Como decíamos al inicio, perteneces a una familia de tradición futbolística, y en concreto tu hermano Saúl triunfa en Primera con el Atlético. ¿Cómo vives tú como hermano de Saúl su progresión?

R. «Con mucha ilusión, con una gran admiración hacia lo que está consiguiendo. Creo que él es muy responsable de las cotas que ha venido alcanzando, pero también es cierto que no todo ha sido un camino de rosas para él. Recuerdo que hace tres años, tras salir cedido al Rayo, donde lo hizo muy bien, regresó al Atlético y se pasó seis meses prácticamente sin jugar. Sin embargo, no bajó los brazos, trabajó como el que más, no paró de hacerlo. Se le dio la oportunidad ante una lesión de un compañero y no la desaprovechó, pero esto se dio porque él no dejó de trabajar y también le atribuyo gran parte del merito y de la responsabilidad al ‘Cholo’, que supo trasladarle a Saúl su confianza en él y apostó por él. A partir de ahí, sigue progresando y lo seguirá haciendo porque trabaja mucho para conseguirlo. A mí, como siempre, me toca estar ahí, a su lado, apoyándolo y sabe que cualquier cosa que necesite de mí estaré ahí para ayudarle».

 

P. Aún con años por delante en tu carrera, ¿qué meta u objetivos te marcas a nivel personal para el futuro?

R. «Me gustaría durar mucho aún en esto del fútbol. Admiro a aquellos jugadores que logran alargar sus carreras hasta los 36 años en adelante. Así que me encantaría poder seguir disfrutando del fútbol muchos años más, me cuido todo lo que puedo para que el cuerpo aguante lo máximo posible y mi carrera aún tenga muchos años por delante».

P. Tu mejor momento en el fútbol.

R. «Te diría varios. Poder escuchar el himno de la Champions desde el terreno de juego sería uno, es una experiencia increíble. El ascenso a Primera con el Elche, y añadiría también el gol en Primera con el Elche ante el Athletic. Y vestir la camiseta de la selección evidentemente también fue muy especial».

P. El peor.

R. «Dudo entre dos, y no sabría decirte cuál de ellos me dolió más. La lesión del ligamento cruzado en el Celta, pero también el descenso administrativo del Elche. Me dolió muchísimo».

P. Un sueño por cumplir.

R. «Podría decir que ascender con el Tenerife, aunque es cierto que ya ascendí antes con el Elche. Ahora que acabo de ser padre, poder dedicar un gol a mi hijo«.

Y así, conociendo su sueño profesional asociado al nivel más personal, finalizamos una fantástica charla con un tipo igualmente extraordinario, cercano y amable como Aarón Ñíguez. Alguien que disfruta de los éxitos de su hermano Saúl como si se tratara de los suyos propios y un futbolista que, tras perder la ilusión por el fútbol, ha logrado recuperarla en Tenerife y de la mano de Pep Lluis Martí. Junto a él y a sus compañeros, Aarón sueña con devolver al C.D. Tenerife a Primera División, llevar de nuevo a la élite a una ciudad en la que ha nacido su hijo, al que pronto espera poder dedicar un gol. Ojalá sea muy pronto y los sueños de nuestro protagonista se terminen cumpliendo.

 

 

Vocación de periodista. Pasión por el fútbol, especialmente Segunda División Española. Escribo en @SpheraSports.

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