Durante la pasada jornada en Alemania se pudo ver un bonito gol de penalti lanzado a lo Panenka. Un gol que escondió una historia entre el lanzador, Paul Verhaegh, y el entrenador, Markus Weinzierl. El jugador marcó de Panenka, ante la risa delatadora de su técnico, pero la posterior celebración dejó claro que fue un reto entre ambos, y por ello acabaría con la risa del entrenador desde el banquillo. El gol no sirvió de mucho, ya que el Augsburg perdió en casa 1-2 frente al Hannover 96.