El gran reto del Barcelona esta temporada es la Champions League. Así quedo reflejado en el discurso de Leo Messi durante la presentación del equipo. Tras más de una década de hegemonía en España, el equipo quiere volver a reinar en Europa, pero para ello deberá dar un paso adelante en cuánto a prestaciones.
Si bien podemos afirmar que esta temporada el Barcelona ha jugado de una manera en España y de otra, muy mejorada, en Europa, también podemos decir que todavía le falta para optar a la orejona. Por suerte para el Barcelona, sus rivales no solo le están ‘allanando’ el camino cayendo eliminados, sino que no paran de advertirle de los peligros de esta competición: que la experiencia es un grado, sí, pero no definitiva; que ningún resultado en la ida te garantiza la clasificación; que no hay que menospreciar ningún rival, etc. El propio Barcelona lo sabe bien tras lo vivido en Roma.
El Barcelona debe aprovechar la situación en Liga para centrarse en la Champions. El Atlético, a siete puntos, todavía tiene que pasar por el Camp Nou, donde no gana desde 2006, por lo que, sobre el papel, el contexto es idóneo. Las rotaciones deberían permitir al equipo estar al 100% en cada uno de los partidos europeos que dispute de aquí en adelante. De pasar contra el Lyon, el Barcelona se plantaría en unos cuartos en los que faltaría Madrid, PSG y Juventus o Atlético, tres de los rivales más duros en el camino a la cima. Una oportunidad que seguro que los jugadores no querrán desaprovechar.
Para el reto, además, Valverde vuelve a contar con la plantilla al completo, tras un mes de lesiones varias. En este sentido, jugadores como Arthur, Dembélé o Coutinho pueden ser claves en la trayectoria del equipo. El ex jugador de Gremio aporta control, es un seguro de vida con el balón en los pies y es capaz de cambiar la imagen del Barcelona él solo; Ousmane está cuajando una gran temporada y es una amenaza constante para cualquier defensa, y Coutinho, aunque no esté en su mejor momento, con muy poco puede decidir eliminatorias. Tres jugadores de primerísimo nivel con los que el Barcelona no contaba en el pasado, pues Dembélé, pese a estar, salía de lesión y su nivel no era el que es ahora. El reto, sea como sea, será mayúsculo.
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